Los mismos
E n el Partido Acción Nacional y en el PRI, normalmente están los mismos para los diferentes puestos de elección popular. Primero se la pasan como regidores, después contienden por una diputación local, para luego dar el brinco a una curul federal y al final por los “méritos” logrados, van por una senaduría.
Tanto priístas como panistas solamente le dan la vuelta a los diferentes puestos políticos, siempre son los mismos los que contienden, sin darle oportunidad a los militantes de antaño o a los que vienen empujando fuerte.
Vemos que en el PAN ya están puestos para ir por una senaduría Guillermo Anaya, quien sin despeinarse y mucho menos hacer campaña la conseguirá, ya que va por la vía plurinominal.
El otro que buscará ser senador de la República es Jesús de León Tello, actualmente diputado local y quien ya fue diputado federal.
Pero en esta ocasión, sabe que no va por la vía libre, ahora sí que tendrá que gastar zapatos para conseguir la victoria y poder estar en las grandes ligas de la política. En el PRI, todo indica que por cuestión de equidad de género será Verónica Martínez, la dirigente estatal del PRI la que buscará una senaduría por la vía plurinominal, mientras que el exalcalde de Saltillo Jericó Abramo, también intentará ser senador, pero él también tendrá que caminar cuadras y cuadras en busca de votos.
En cuanto a las diputaciones federales, los de Acción Nacional tienen ya a Bernardo González, su dirigente estatal y por ahí se comenta que Marcelo Torres, quien habrá de tomar protesta como diputado local, puede en momento determinado pedir licencia y buscar una diputación federal.
Entre los priístas hay muchos que quieren ser diputados, entre los cuales destacan en La Laguna Shamir Fernández, dirigente municipal del PRI, así como Xavier Herrera, el director del Simas, sin olvidar a Rodrigo Fuentes, quien todo indica que no buscará la presidencia municipal de Torreón como era su deseo. Otro que se menciona es Raúl Onofre Contreras, el alcalde de Matamoros, quien sabe mover el pandero y lograr votos para su causa.
En fin, no cabe que la política es un buen negocio y por ello muchos quieren vivir de ella toda su vida.