“SIEMPRE EXTENDERÉ MI MANO”.

El escultor Jesús Siller inauguró ayer en la Plaza Mayor su obra Lealtad, de la que dijo es un homenaje a los padres, y que se realizó con donativos económicos de empresarios y amigos.

El escultor Jesús Siller inauguró la tarde de ayer la obra en bronce denominada “Lealtad”, ello en la Plaza Mayor, al lado de Galeana y Morelos, y dijo que es para rendir un homenaje a los padres pues ha visto muchos monumentos a la madre pero pocos al padre. De ahí le salió esa idea, como un sueño que luego fue una maqueta y que se realizó en base a donativos económicos de empresarios y amigos. “Dos años y medio. Por que los donativos no están como a la puerta, incluso pone uno de su bolsa, pero además es algo realmente gratificante, es un valor que hay que enaltecer, no solo es un homenaje al padre tal cual, sino algo transgeneracional, pasar los valores de una generación a otra”, dijo.

La región, agregó, está hecha de migrantes y las costumbres paternas y maternas de esos migrantes se han pasado de generación en generación. A pesar de que en muchos casos es constante la ausencia del padre, que no aporta a la crianza, que ni siquiera se acercan a los hijos que dejaron por ahí.

“Creo que es una falta de valores, creo que los papás de nuestra generación no hemos sabido transmitir esta sensación de familia”, destacó a sus 57 años. Sin embargo la presencia del padre está de lleno en los genes. Pero antepone el amor y la lealtad a la propia sangre que no se suple con nada y a la que no debe darse la espalda.

La leyenda debajo de la obra es el nombre. “Hay una pequeña frase que fue la que me entusiasmó mucho para llegar al concepto de la obra y dice mas o menos así: siempre extenderé mi mano, no importa la fuerza que en ella quede, sabiendo que cuando sea tiempo, en buenas manos dejaré a quien con amor acompañé”.