Torres califica que la
Industria de la panadería “es muy bonita”; asegura que es toda una carrera
Son 35 años los que Alfredo Torres García, lleva desempeñando el oficio del panadero; 15 de ellos, los ha dedicado a la elaboración de la tradicional Rosca de Reyes. Desmañanadas, desgaste físico, pero sobre todo poca convivencia familiar, son algunos de los sacrificios que ha tenido que hacer en este oficio. El preparar un alimento que llega a los hogares, no sólo lo apasiona, lo enamora y más por ser un trabajo que desarrollaba su abuelo, su padre y ahora además uno de sus hijos. Asegura que espera continuar realizando el pan en al menos los próximos seis años que dice, le quedan en activo realizando esta labor.
Al ser cuestionado acerca de lo que le representa este oficio como maestro panadero en la Panadería La Espiga, Torres García califica que la industria de la panadería “es muy bonita”; asegura que es toda una carrera en la que en su caso, comenzó desde lo más bajo aprendiendo lo básico y con el tiempo se fue ascendiendo, con el aprendizaje de la manufactura de la producción y ya con el tiempo y con las ganas, él se hizo maestro panadero.
Su primer día en una panadería fue hace 40 años cuando apenas tenía 19 años: “Comencé limpiando charolas, con la regañadas de que no las dejaba bien limpias. En la familia no hubo oportunidad de tener estudios, además mis abuelos y mi papá fueron panaderos. Toda mi carrera de panadero fue aquí en Torreón.
De limpiar charolas dijo, se enseñó la cocción del pan, su decorado y el azucarado, a pintarlo y barnizar todos los productos que se doran en la panadería. Luego maestros que le tocaron le enseñaron a revolver la masa, a conocer las masas cuando vienen calientes, hay algunas harinas que vienen muy flojas o muy fuertes. “Las conoce uno sólo con tocarlas, esto es talento, pero es más el conocimiento”.
Son 35 años metido en la pana-