MANCUERNA PERFECTA.
El joven pianista Rodolfo Henkel y el director Ramón Shade hicieron la mancuerna perfecta
El primer concierto de la temporada Primavera-Verano por parte de la Camerata de Coahuila fue aperturado en conjunto con el joven pianista Rodolfo Henkel, quienes hicieron la mancuerna magnífica para ser la primera noche de música clásica del 2018 en La Laguna. El director de la Camerata, Ramón Shade, levantó la batuta para iniciar el concierto número uno en su casa, el Teatro Nazas de Torreón, con las melodías de la ópera “Abertura a Fidelio” del alemán Ludwig Van Beethoven ante más de mil asistentes.
Jorge Maldonado Varela/
El primer concierto de la temporada Primavera-Verano por parte de la Camerata de Coahuila fue aperturada en conjunto con el joven pianista Rodolfo Henkel quienes hicieron la mancuerna magnífica para ser la primera noche de música clásica del 2018 en la Laguna.
El director de la Camerata, Ramón Shade, levantó la batuta para iniciar el concierto en su casa, el Teatro Nazas de Torreón, con las melodías de la ópera “Abertura a Fidelio” del alemán Ludwig Van Beethoven ante más de mil asistentes.
Mismas notas clásicas dieron paso al siguiente acto con la entrada del piano al escenario que sería acariciado líricamente por las manos, mente y talento de Henkel Guerrero, para mostrar el repertorio del concierto para piano No.21 en Do Mayor de Wolfgang Amadeus Mozart.
Hasta 10 veces por segundo una tecla en ocasiones tocó, Henkel mostró al público lagunero con su música el nivel de su talento a sus 25 años.
En momentos aparecía como solitario con sus notas salidas del piano que aceleraba su paso Un éxito, el primer concierto de la temporada Primavera-Verano. conforme tocaba el Concierto para Piano No.2 en velocidad Allegro.
Este joven nacido en Baja California Sur debutó como solista en 2015 con la Orquesta Sinfónica Nacional en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes y fue ganador en 2016 del Premio Nacional de Piano “Angélica Morales”.
Por su parte, el director Shade hacía vibrar su mano indicando notas rápidas para luego detener su marcha y reiniciar el movimiento ahora suave mientras sonó el Larghetto de la Sinfonía No.2 en la reaparición del repertorio de Beethoven. Tal fue su éxito ante los presentes del pianista y de la Camerata que lograron mantener el aplauso por un par de minutos ininterrumpidos en las dos secciones del concierto.
Es así como cerró la primera noche de Camerata del año con música clásica del Concierto de Piano No.21 de Mozart, tal vez el más famoso dentro de su catálogo de 27 obras de este tipo, así como una de las sinfonías más famosas de nueve por parte de Beethoven.