Milenio Laguna

Juan Manuel

Jiménez, apicultor en la Región Lagunera, sostiene que ha crecido de manera exponencia­l

-

Luego de impartir clases especializ­adas en la apicultura, Juan Manuel Jiménez Lozano quedó fascinado con las abejas y hace 20 años dejó su plaza como maestro para enfocarse de lleno a la producción apícola.

El impulso de seguir los sueños y hacer lo que más le gustaba, hizo que Jiménez Lozano decidiera cambiar de manera repentina de vocación aunque permanecie­ra la incertidum­bre económica.

Para él es un placer trabajar con las abejas, “Cuando se mete uno a la colmena, cuando empieza uno a observar cómo trabajan adentro, comienza uno a fascinarse de la actitud que toman las abejas unas con otras, el apoyo que se dan unas a otras, la forma en que trabajan, la organizaci­ón, es fascinante el mundo de una colmena” externó.

En su incursión como apicultor contaba con el apoyo de su esposa, quien de antemano también sabía que no era cuestión de interés económico, sin embargo, con el paso del tiempo se dieron cuenta que podían vivir de la actividad y eso representa­ba doble gratificac­ión; pues además de hacer lo que les gustaba, empezaba a ser redituable.

“Es como el trabajo de un futbolista, le pagan por hacer lo que gusta y eso nos llamó la atención, voy a ganar dinero por hacer lo que me gusta, le platiqué a mis esposa y ahí nos quedamos”, enfatizó.

Señaló que cada día descubren cosas nuevas de las bajes, y nunca dejan de sorprender.

En los 20 años como productor, ha crecido de manera exponencia­l, pues luego de empezar con cuatro colmenas, en la actualidad tiene más de 300 distribuid­as en diferentes partes de la Región Lagunera.

Luego de la problemáti­ca que los apicultore­s enfrentaro­n a finales del 2015 y durante el 2016 con la desaparici­ón de abejas, comenta que fue una época muy complicada y preocupant­e, sin embargo a base de trabajo y esfuerzo se han recuperado entre un 90 a un 95 por ciento en relación a la situación que

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico