Sugieren tomografías a fumadores para detectar el cáncer de pulmón
Aunque los tratamientos contra esos tumores han avanzado, el principal reto “es seguir disminuyendo la incidencia de tabaquismo, que es el principal factor de riesgo”, afirma experto
Jerónimo Rodríguez Cid, médico adscrito al Centro Oncológico de Médica Sur, propuso que para reducir el índice de mortandad en los casos de cáncer de pulmón, las personas mayores de 50 años que son fumadoras frecuentes se deben realizar anualmente una tomografía de baja dosis, con el objetivo de diagnosticar tempranamente esa enfermedad.
En el contexto del Simposio de Actualidades y Nuevos Tratamientos para el Cáncer, organizado por Médica Sur, el especialista en cáncer de pulmón comentó en entrevista que en la actualidad tener carcinoma pulmonar “no es sinónimo de muerte, hay muchas cosas que podemos hacer; sin embargo, los retos siguen siendo muchísimos”, ya que nueve de cada 10 casos se detectan en etapas avanzadas, cuando hay muy poca probabilidad de superar ese padecimiento.
Desafíos
Entre los desafíos, resaltó el experto, “el principal es seguir disminuyendo la incidencia de tabaquismo, que es el principal factor de riesgo para un cáncer de pulmón. Otro de los retos es no estigmatizar a los enfermos con ese tipo de neoplasia; tendemos a pensar que el paciente con cáncer pulmonar se buscó la enfermedad porque lo asociamos al tabaquismo”, cuando en muchos casos no es así.
Rodríguez Cid, adscrito al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), aseguró que ya hay avances en
Experto afirma que un reto es “no estigmatizar a los enfermos con ese tipo de neoplasia” “Tendemos a pensar que el paciente se lo buscó porque asociamos el mal al tabaquismo”, señala
los tratamientos de tumores de pulmonares. Entre esas terapias destacan tres: las quimioterapias, el tratamiento de terapias blanco para una subpoblación de pacientes y los avances en el tratamiento de inmunooncología. “Cuando hablamos de quimioterapias nos referimos a medicamentos diseñados para matar células malignas. En tanto, las terapias blanco implican identificar pacientes que pudieran tener una mutación genética para la que podemos diseñar algún medicamento que haga que disminuya el cáncer de pulmón y aumente la supervivencia y calidad de vida de los pacientes”, detalló.
Respecto a la inmunooncología, “estamos hablando de ciertos medicamentos que se han diseñado no para atacar el cáncer, sino de terapias que lo que hacen es activar a las defensas del mismo paciente para que sean estas las que reconozcan las células malignas, las ataquen y las eliminen”, agregó.
Y en estos tres rangos, expuso, “hay grandes avances y hoy podemos hablar de individualizar el tratamiento. En algún momento tratábamos a todos los pacientes prácticamente con la misma receta de cocina, pero hoy esa ya no es una oncología moderna. Ahora los tratamos por diferencias de edad, género, historia de tabaquismo y factores de riesgo. También consideramos diferencias patológicas intrínsecas al cáncer de pulmón, además de diferencias genéticas”, destacó.
Gracias a esa individualización del enfoque terapéutico, “estas tres (terapias) han hecho que tengamos mejores supervivencias en los pacientes con cáncer de pulmón”, aseguró.
Los tratamientos actuales de inmunooncología, puntualizó el especialista, “se pueden ofrecer a 25 por ciento de los pacientes con supervivencias a largo plazo por más de cinco años, incluso en aquellos que tienen una enfermedad metastásica o una etapa avanzada al momento del diagnóstico. Hoy el cáncer pulmonar no es sinónimo de muerte y no tiene que ser un paciente al que no se le puede mejorar su calidad de vida, tenemos muchas nuevas formas de tratarlos buscando que vivan más y con una mejor calidad de vida, que tengan un control de síntomas”, destacó.
Rodríguez Cid manifestó que el “problema en México es que los pacientes llegan ya en una etapa avanzada, pues muchos de los síntomas pueden pasar desapercibidos por médicos; por ejemplo, un síntoma de cáncer de pulmón es la tos, pero esta se puede presentar cuando uno tiene una infección en la garganta, influenza, gripe y múltiples enfermedades. Los síntomas de una neoplasia pulmonar son inespecíficos”.
Disminuir los casos
Para reducir la incidencia, resaltó el experto, lo que se debe hacer es disminuir factores de riesgo como el tabaquismo, la exposición al humo de leña o la contaminación. “Eso nos va a ayudar a que menos personas tengan cáncer de pulmón”, aseveró.
Por su parte, Eduardo Cervera Ceballos, jefe del Centro Oncológico de Médica Sur y organizador del simposio, indicó que en México se tienen todas las herramientas para atender el cáncer, sea a nivel privado o institucional, porque se cuenta con grandes instituciones capaces de hacer el diagnóstico preciso y oportuno, así como dirigir su tratamiento de manera eficaz.
No obstante, aclaró, “es un país de contraste y desequilibrio. Muchos lugares no cuentan con la infraestructura y con los hospitales oncológicos suficientes... Nos enfrentemos a grandes retos: el primero el crecimiento poblacional, pues si somos más mexicanos tenemos más de las enfermedades crónicas; por otro lado hemos envejecido como país, anteriormente éramos de jóvenes, ahora somos una nación en la que la expectativa de vida ha crecido, por lo tanto tenemos una población más longeva y que contrae enfermedades crónicas, y el cáncer es una de ellas”.
Otro reto es que “el cáncer ya no es un mal de todo o nada, de te curas o te mueres. Ya no es un padecimiento que se debe tratar como cualquier enfermedad crónica. Este es el reto que nosotros tenemos, hemos transformado una enfermedad que era uniformemente fatal a una enfermedad que es uniformemente controlable y que, por tanto, durante mucho tiempo consume recursos médicos y recursos de servicios de salud, pero sobre todo, consume al enfermo y a su familia”.