Juez inglesa decidirá si arresto de Assange es de interéspúblico
Pese a validar la orden de detención contra el australiano, se pronunciará el 13 de febrero
La justicia británica decidirá el 13 de febrero si es de interés público mantener la orden de detención de Julian Assange, según se supo en la audiencia judicial celebrada ayer en Londres.
La jueza Emma Arbuthnot, que ayer decidió que la orden de detención seguía siendo válida desde un punto de vista legal, se pronunciará ahora sobre su utilidad pública a petición de los abogados de Assange, que lleva ya más de cinco años recluido en la embajada de Ecuador. “No estoy convencida de que haya que retirar la orden”, dijo Arbuthnot descartando hacerlo por razones estrictamente legales, con lo cual aplazó la posibilidad de que el fundador del portal de filtraciones políticas WikiLeaks pudiera salir libremente a la calle.
Assange buscó refugio en la embajada huyendo de una orden de arresto europea porque Suecia le reclamaba como sospechoso de dos presuntos delitos sexuales. La justicia sueca abandonó la investigación, pero la policía británica quiere aún detenerlo por haber vulnerado los términos de su libertad condicional.
Assange teme que al dejar la embajada sea detenido y acabe extraditado a Estados Unidos por haber difundido miles de secretos oficiales de ese país a través de WikiLeaks.
En una audiencia la semana pasada, Mark Summers, abogado de Assange, sostuvo que la orden de detención “perdió su propósito y función” después de que la justicia sueca abandonase la investigación.
Summers estimó que Assange, de 46 años, ha estado viviendo en condiciones “similares al encarcelamiento” y que su “salud psicológica se ha deteriorado” y “está en peligro”. Sin embargo, el fiscal Aaron Watkins consideró “absurda” la demanda. El año pasado, el fiscal general estadunidense, Jeff Sessions, dijo que la detención de Asaange era “una prioridad”.
La demanda de Assange se produce poco después de que Ecuador le diera la ciudadanía y estatus diplomático, con la idea de que la inmunidad le permita salir de la legación. Pero el Reino Unido dijo que eso no cambiaba la situación. “Ecuador sabe que la única manera de resolver este asunto es que Assange abandone la embajada para enfrentar la justicia”, dijo entonces un vocero de la Cancillería británica.
Assange apenas sale al balcón de la sede, su único reducto de aire fresco, y sus apariciones públicas se limitan a las videoconferencias que a veces ofrece con periodistas de otros países.