Ciberacoso, amenaza para el voto femenino, alerta May
Descata la primera ministra británica el uso negativo de la red contra la democracia
La primera ministra británica, Theresa May, advirtió de la amenaza que se cierne sobre la democracia por los abusos y la intimidación a través de la red, al cumplirse cien años desde que las mujeres de Reino Unido obtuvieran el derecho al voto.
En un discurso en Mánchester (norte de Inglaterra), la jefa del gobierno conservador destacó el “heroísmo” de sus antepasadas, pero subrayó que las agresiones a través de internet desalientan a muchas mujeres a implicarse en el debate político.
Ayer se cumplieron cien años desde que el Parlamento británico aprobó una ley que otorgaba el derecho al sufragio a las mujeres mayores de 30 años, que por entonces eran más de 8 millones.
Hubo que esperar todavía diez años para que las mujeres pudieran votar a los 21, como los hombres.
“Mientras recordamos la heroica campaña del pasado, que luchó para incluir las voces de todos los ciudadanos en nuestro debate político, deberíamos considerar qué valores y principios guían nuestra conducta en el debate de hoy”, afi rmó May. “Si bien hay mucho que celebrar, me preocupa que nuestro debate de hoy se vuelva grosero”, añadió la premier, al referirse a que las mujeres suelen ser blanco de los abusos a través de la red, así como los homosexuales y miembros de los grupos minoritarios.
Ante lo que calificó de “amenaza a nuestra democracia”, señaló que todas las personas, los gobiernos y medios de comunicación “viejos y nuevos” deben asumir la “responsabilidad” de “apoyar un debate público realmente pluralista para el futuro”.
May —la segunda primera ministra en la historia del país, tras Margaret Thatcher— pronunció el discurso evocando a esas militantes “heroicas”, como su líder Emmeline Pankhurst o Emily Davison, que murió en una acción de protesta al lanzarse a los pies de un caballo en el Derby de Epsom, en 1913.
Las británicas consiguieron el voto después de una intensa campaña de desobediencia en la que las sufragistas protagonizaron huelgas de hambre, provocaron incendios, se encadenaron a las vías del tren, rompieron ventanas y sabotearon líneas eléctricas e incluso se encadenaron frente al palacio de Buckingham, residencia en ese entonces del rey Jorge V.
Nueva Zelandia fue el primer país del mundo en aprobar el voto femenino, en 1893.