Diversión, el futuro de los nuevos
Los centros comerciales dejarán de ser sitios donde solo hay tiendas y comida, para convertirse en complejos con salas de conciertos, gimnasios, escuelas, asilos, oficinas y ferias
a idea de vender diversos artículos en un mismo sitio se le atribuye a los romanos. Se dice que en Trajano, cerca del año 107 d.C., Apolodoro de Damaso construyó el Mercado de Trajano, una estructura compuesta por seis plantas en cuyas secciones inferiores se ofrecían alimentos y en cuyo ápice se encontraban algunas oficinas, similares a los actuales centros comerciales, también conocidos como malls.
Quizá fue ese el antecedente más antiguo de una de las más populares formas de interacción en el mundo; es probable que fuera ese el inicio de lo que el sociólogo polaco Zygmunt Bauman planteó en su libro Vidadeconsumo en 2005.
En México, la llegada de estos modernos centros se dio en 1969, con la construcción de Plaza Universidad, sitio construido por el arquitecto Juan Sordo Madaleno, quien después inauguró Plaza Satélite, en 1971, y Perisur, en 1980.
Algunos años después, con un importante crecimiento territorial y una gran importancia en la vida cotidiana de los mexicanos, las plazas comerciales comienzan a encaminar su destino hacia una actividad más allá de las compras: el entretenimiento. “Tradicionalmente el centro comercial destinaba alrededor de 10 por ciento del GLA, área rentable de establecimiento, a alimentos y bebidas (A& B). Este número, por tendencias que están marcando países como Australia e Inglaterra, está subiendo hasta 25 por ciento”, dijo a MILENIO Rodrigo Vargas, uno de los fundadores de Mero Mole, empresa mexicana dedicada al diseño de espacios comerciales en el segmento de A& B y entretenimiento.
Vargas expuso que, por su parte, el giro de entretenimiento representa cerca de 30 por ciento y dicha tendencia ha tenido un crecimiento exponencial. En conjunto, añadió, alimentos, bebidas y entretenimiento abarcan hasta 65 por ciento del centro comercial. “Claramente los malls están evolucionando para convertirse en lugares en los que se puedan vivir experiencias, no nada más gastronómicas, sino también de entretenimiento y eso hace que se vuelvan las nuevas anclas”, apuntó.
Asimismo, agregó que usualmente se iba a un centro comercial y se podía encontrar un giro pequeño de entretenimiento, como maquinitas, pero “ahora vas a ferias de primer nivel; el tema ya no va a ser un típico fastfood, sino un foodhall con temas muy innovadores. Estamos metiendo énfasis en la parte de internet y online, de conocer al cliente”, indicó por su parte Rodrigo Assam, director de relación con inversionistas de Grupo Gicsa.
El directivo de la firma, que a partir de este año desarrollará la incursión de las Explanadas, un concepto en el que cerca de 60 por ciento del giro estará enfocado en espacios de entretenimiento, como foros, salas de conciertos y otros sitios dentro del rubro, señaló que de las 15 propiedades que actualmente se encuentran en construcción, cinco serán bajo este formato.
Las unidades del concepto comenzarán su apertura en el país en Puebla, seguido de Pachuca, Aguascalientes, Culiacán y Querétaro. “Si bien los centros comerciales estaban muy enfocados hacia el consumismo, hoy lo están en la diversión. La gente se quiere divertir, no importa la edad que tengan los consumidores, ellos quieren hacer cosas entretenidas, divertidas, que les agreguen valor a sus vidas, no nada más a su colección de bienes”, apuntó Vargas. “Al tener elementos de diversión, de consumo, que puedan compartir con amigos, familia, con compañeros de trabajo, etcétera, hacen que los alimentos, bebidas y entretenimiento se vuelvan un componente absolutamente importante dentro de los nuevos centros comerciales”, añadió. Según el reporte sobre la industria de centros comerciales del Grupo de Inteligencia de Mercado, de ICSC, de 2015, México fue el país de Latinoamérica con el mayor espacio rentable del sector, con 16.2 millones de m en 584 centros comerciales. Además, se posicionó en el segundo lugar como la nación con el ratio comercial urbano más alto, con 16.9 metros cuadrados por cada 100 habitantes, solo después de Chile.
Según indica el documento, hacia 2025 se estima que el número de centros comerciales en México llegará a 760, cifra que lo consolidará como el país latinoamericana con el mayor crecimiento en cuanto a cantidad de estos lugares. Brasil tendrá un total de 700 plazas; seguido por Colombia, con 339; Perú, con 320; Argentina, con 178, y Chile, con un total de 90 instalaciones. “El nuevo desarrollo de centros comerciales ha ido reemplazando el comercio tradicional e informal que se desarrolla en los tianguis y en los mercados sobre ruedas, similar a las ferias libres o móviles, pero a diferencia de los países sudamericanos, en estos se ofrece no solo alimentos, sino todo tipo de productos, en su mayoría de procedencia ilegal”, se expone en el estudio. “La realidad es que en números duros, solamente el onlineretail representa 8 por ciento del total de ventas minoristas en Estados Unidos. Realmente, aunque sí es un movimiento muy potente, no necesariamente es el fondo de las cosas, sino que el cliente está exigiendo nuevas formas de consumir y vivir experiencias”, añadió Rodrigo Vargas.
Dicho cambio en el consumidor implica que éste se encuentre dispuesto a pagar por experiencias y no por productos. “Esto hace que los malls se tengan que adaptar a este tipo de clientes”, dijo.
El directivo de Mero Mole consideró que lo primero que se modificará será el concepto de “cargar bolsas”, la actividad por excelencia de los centros comerciales.
Para ello, ejemplificó el caso de Estados Unidos, donde existen cadenas de retail en las que los usuarios ya no acuden únicamente a probarse prendas. Lo que permite que las empresas renten espacios cada vez más pequeños, a la vez que los consumidores experimentan la compra digital, realizando sus pedidos a través de un smartphone, recibiendo sus productos en la puerta de su domicilio. Dentro de la gestión de proyectos de diseño y arquitectura para compañías de la talla de Grupo Gigante, Mero Mole trabaja en una propuesta interna de carácter vanguardista, con la que busca imaginar cómo serán los malls en algunos años, adelantó su fundador Rodrigo Vargas.