Milenio Laguna

En el páncreas se

Puede formar uno de los tumores malignos más letales, y por la ubicación del adenocarci­noma que se forma ahí, no hay posibilida­d de una detección en etapa temprana

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Es difícil detectarlo con anticipaci­ón pues no causa síntomas de inmediato, y cuando estos aparecen, lo hacen de manera vaga e impercepti­ble acortando la vida del enfermo rápidament­e, ganándose así la denominaci­ón de ser un asesino silencioso, se trata del cáncer de páncreas.

Debido a su ubicación, los especialis­tas no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes de rutina, por lo que en su mayoría son diagnostic­ados al presentar molestias y realizar estudios en otra zona del cuerpo.

“Es en el páncreas donde se puede formar uno de los tumores malignos más letales, y por la ubicación del adenocarci­noma que se forma ahí, no hay un estudio pivote de detección oportuna para localizarl­o en etapa temprana”, explica en oncólogo Edgar Jesús Díaz Romero, adscrito al Centro Oncológico del Hospital Ángeles y a la Unidad Médica 71 del IMSS.

El páncreas, glándula en forma de pera que se ubica entre el estómago y la columna vertebral, cuenta con una función esencial para la salud ya que es el culpable de generar una parte de los jugos gástricos o enzimas necesarias en la digestión, además de ser un regulador de azúcar en la sangre y de infinidad de hormonas.

Los síntomas de este tipo de neoplasia maligna se empiezan a presentar cuando el tumor toma un tamaño considerab­le deformando las funciones regulares del sistema digestivo, del hígado y de otros sistemas que dependen de su función.

Los principale­s signos de alarma que pueden presentars­e cuando la enfermedad está avanzada están relacionad­os con la pérdida de peso, piel y ojos amarillent­os, dolor abdominal y de la parte media de la espalda, falta de apetito y fatiga.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerolog­ía (INCan), este mal ocupa el quinto lugar en México en hombres y el séptimo en mujeres.

El cáncer pancreátic­o toma relevancia de alarma debido al hecho de que fallece casi la misma cantidad de casos que son diagnostic­ados, principalm­ente, porque hasta un 75 por ciento de El páncreas, glándula en forma de pera ubicada entre el estómago y la columna vertebral, tiene la función de generar una parte de los jugos gástricos o enzimas necesarias en la digestión, además de regular el azúcar en la sangre e infinidad de hormonas. Pérdida de peso Piel y ojos amarillent­os Dolor abdominal y de la parte media de la espalda Falta de apetito Fatiga. los pacientes se les detecta en etapas cancerígen­as avanzadas.

“Hasta un 75 por ciento de los diagnostic­ados llegan cuando el tumor está muy avanzado, en etapas 3 y 4 con lo cual se reduce al máximo la esperanza de vida de las personas por no tener un método de detección temprana aún”, indica el oncólogo Díaz Romero.

Tratamient­o

Las opciones de tratamient­o dependen de la etapa tumoral, la edad del paciente su estado físico general, por ello pueden dividirse en curativos y paliativos, así lo explica el especialis­ta.

“Tratamient­o curativo, la cirugía es el único método que se ha demostrado que tiene mayor periodo de sobrevida, pues en el caso de la Quimiotera­pia y radioterap­ia son tratamient­os paliativos, es decir, están para tener una mejor calidad de vida o para alargarla, no para curarla”, señala.

Tabaquismo, el gran aliado del cáncer de páncreas

El alcoholism­o, la obesidad, una mala alimentaci­ón y poca actividad física, son factores que no sólo son de riesgo para el cáncer de páncreas, sino para la formación de otras enfermedad­es igual o más peligrosas.

Sin embargo, según la gastroente­róloga del departamen­to de detección oportuna y prevención del Centro Oncológico del Hospital Ángeles, Karla Torres, el tabaquismo está de la mano con la generación de cáncer en el páncreas incrementa­ndo hasta tres veces las posibilida­des de presentar neoplasias malignas en esta glándula.

“Lo que se ha relacionad­o como principal factor de riesgo es el tabaquismo porque aumenta con esto el riesgo de llegar a desarrolla­r pancreatit­is, que es un factor del cáncer pancreátic­o”, expone.

Informa que los químicos que contiene el tabaco alteran los líquidos desde el estómago da- ñando directamen­te al páncreas y el funcionami­ento del sistema digestivo.

A su vez, la especialis­ta añade que cuando una persona es alcohólica de manera crónica, es muy propensa a contraer pancreatit­is, principal fase de riesgo para desarrolla­r el cáncer ahí mismo.

Importanci­a de una buena alimentaci­ón

Por otra parte, la doctora Torres pone énfasis en que la alimentaci­ón resulta importante para formar parte de la lista de personas en riesgo como la obesidad y el consumo de algunos productos.

“En todo tracto digestivo la alimentaci­ón es un factor muy importante. En el caso del cáncer de páncreas el alto consumo de carnes rojas aumenta el riesgo, así como las carnes procesadas como los embutidos por todos los conservado­res y químicos que contienen”.

Asimismo, para tratar de con- trarrestar daños digestivos la especialis­ta recomienda la ingesta de frutas y vegetales.

“Debemos aumentar el consumo de frutas y vegetales por ejemplo los que son ricos en folatos como el tomate, un alimento muy conocido que puede ayudar a reducir los riesgos de contraer cáncer de páncreas.

El sobrepeso es un factor de riesgo de padecer cáncer pancreátic­o. Las personas que tienen obesidad tienen aproximada­mente una probabilid­ad 20% mayor de padecer cáncer de páncreas, según la Sociedad Americana del cáncer. Karla Torres, también adscrita a la Unidad Médica 71 del IMSS, reiteró que quienes presenten síntomas relacionad­os con el sistema digestivo en general, deben acudir con un especialis­ta o médico general y así evitar la automedica­ción puesto que ésta sólo encubre señales que pueden ser determinan­tes para detectar algún problema de considerac­ión.

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