Represalias, si hay arancel al metal, dice China a EU
El Departamento de Comercio recomendó un impuesto de 24% al acero y uno de 7.7 al aluminio; las importaciones, una “amenaza a seguridad nacional”, asegura
Tom Hancock y Shawn Donnan/ China amenazó con tomar represalias después de que la administración Trump recibió luzverde para imponer fuertes aranceles a las importaciones de aluminio y acero por motivos de seguridad nacional, en la última escalada de las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo. El viernes, Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, recomendó un posible arancel global de al menos 24 por ciento al acero y 7.7 por ciento al aluminio después de que las investigaciones sobre el comercio de los dos metales concluyeron que el aumento de las importaciones en los últimos años “amenaza con perjudicar nuestra seguridad nacional”.
Wang Hejun, funcionario del Ministerio de Comercio de China, dijo que imponer aranceles por ese tipo de motivos es imprudente. “El espectro de seguridad nacional es muy amplio y sin una definición clara se podría abusar fácilmente de eso”, dijo. “Si la decisión final de Estados Unidos perjudica los intereses de China, sin duda vamos a tomar las medidas necesarias para proteger nuestros derechos legítimos”, agregó.
Los analistas dicen que Pekín se muestra cauteloso de escalar cualquier disputa comercial por temor a perjudicar su economía dependiente de las exportaciones y, por lo tanto, cualquier represalia la centrará en sectores específicos, lo más probable es que sea sobre productos agrícolas en específico, como la soya, para la cual China es el mercado más grande de exportación de EU. Este mes Pekín inició investigaciones antidumping sobre las exportaciones estadunidenses de sorgo, un alimento para los animales. “Por el momento creo que China solo va a presentar una retórica más dura”, dijo Bo Zhuang, economista de la consultora Trusted Sources. “Las represalias en el sector agrícola son más probables, ya que la inflación en el precio de los alimentos (en China) es baja. El próximo paso posible sería continuar con una investigación sobre la soya y el maíz”, agregó.
Los partidarios de una línea dura sobre el comercio dentro de la administración Trump están ansiosos por empezar a tomar medidas contra China después de meses de debates internos. Una opción que presentó el Departamento de Comercio el viernes fue enfocarse en las importaciones de acero y aluminio de China, así como de Brasil y Vietnam. Una tercera opción sería imponer cuotas para reducir las importaciones de metales de todos los países para ubicarse en un nivel muy por debajo de 2017.
Pero las recomendaciones ilustran cómo el deseo que tiene Trump de golpear a China, país al que la industria del acero de EU culpa por el colapso de los precios en los últimos años, podría resultar en daños colaterales para los aliados de Estados Unidos y ser una invitación para represalias.
Funcionarios en Bruselas ya comenzaron a elaborar posibles medidas de represalia dirigidas a productos estadunidenses políticamente sensibles como el bourbon de Kentucky y los productos lácteos de Wisconsin si Trump opta por una cuota global o un sistema de aranceles.