Los chavorrucos de la tostadora
¿Hace ya 25 años se conocieron y se hicieron amigos en los circuitos de standup en Nueva York?”, le pregunté a Adam Sandler y a Chris Rock, quienes nuevamente se encuentran juntos en un proyecto, ahora con Netflix, y que son tan amigos que a veces son hasta difíciles de entrevistar juntos, porque sabes que entre ellos ya, con una mirada, tienen resuelto cualquier cuestionamiento que les puedas hacer. “Hace más de 30, ¿pero quién está contando?”, dijo Adam.
Jugando a que era de su generación (casi, pero no del todo) les pregunté si Eugenio Derbez ya les había enseñado el término chavorrucos y que si sí, si se consideraban como tales.
Me aseguraron que sí. (No estoy segura sobre si lo aprendieron por Eugenio, pero parecían tener muy claro que es una gran definición para ellos y para muchos de nosotros que nos dedicamos al entretenimiento). “Cuando mi papá tenía 50 años (como yo, ahora) y mi mamá nos obligaba a todos ir a la playa él solo se quedaba sentado viéndonos en la silla plegable que llevaba. Jamás tocaba el agua. No me imagino eso hoy en día”.
Y le creo, de hecho, una vez me tocó ver en un evento de Sony como le tuvieron que rogar que no se fuera corriendo hacia el mar, cuando todos estábamos resguardados en el edificio por una tormenta (se acabó metiendo al mar).
Ya hablaremos más de esta película, que es parte del acuerdo que ahora Sandler y su compañía Happy Madison tienen con Netflix.
Les pregunté que si no se sentía raro que ahora les tocaba interpretar a los padres de los novios en una complicada boda (La peor semana) y Rock gritó como solo él puede: “Claro que sí. Le tardó horas a Adam hacer que entendiera que yo no era el novio en la trama”.
Mientras tanto hice la observación de que, cuando sufrían como comediantes pobres en Nueva York hace ya tantos años, si siquiera se imaginarían que existiría algo como el streaming que dominaría al mundo, no solo sus carreras a partir de ahora.
“Jamás hubiera pasado por mi cabeza”, me dijo Rock. “Pero considerando que mi siguiente producción la vas a poder ver en la tostadora más cercana, ya nada me impresiona”. Por ahora es broma del chavorruco, pero a estas alturas nada me sorprendería.
¿En serio?
¿Existe un portal para encontrar pareja entre seguidores heterosexuales de Donald Trump? Permítanme ser muy clara. ¡SÍ EXISTE! Lo que NO entiendo es ¿Cómo no ha implotado el universo con esa información?