Aparecen padres del joven que chocó auto en Tláhuac
Aunque el accidente fue el domingo, los tutores reclamaron ayer a su hijo; ahora deberán ser “evaluados” para restituirles la custodia
LLeticia Fernández/ os padres de Luis Eduardo reaparecieron para reclamar el resguardo del menor que chocó un auto y que ocasionó la muerte de cinco adolescentes. No obstante, la autoridad les advirtió que deberán someterse a estudios para certificar que están aptos para hacerse cargo de la custodia del menor.
En consecuencia, el niño de 12 años permanece en una casa hogar que tienen convenio con el DIF de Ciudad de México y en espera de ser presentado ante un juez especializado en justicia para adolescentes.
Mientras las autoridades judiciales determinan su futuro, Luis Eduardo recibe alimentación, atención psicológica, social y recreativa.
En un comunicado, el DIF ca- pitalino informó que la familia por consenso determinó que el hermano de Luis solicite de manera temporal los cuidados y atenciones, en tanto que los padres se someterán a evaluaciones para el diseño del “plan familiar de restitución de derechos”. “Los padres se encuentran muy consternados por la situación que está pasando su hijo, han solicitado verlo y convivir con él, lo cual así se realizará atendiendo al interés superior del niño y de la familiar”, indicó la dependencia.
Cabe recordar que por tratarse de un adolescente de 12 años , el Ministerio Público determinó judicializar la carpeta de investigación, pero bajo el entendido de que gozaría de su libertad.
Sin embargo, desde que ocurrió el accidente el domingo pasado, los padres no se habían presentado, lo que generó que el menor de edad quedara bajo resguardo del DIF capitalino.
En tanto, en medio de comparsas, que tanto gustaban a Kevin, Diana, Joseph Giovanni, Brisa Fernanda y Fernanda Danae, y de música de banda, los vecinos de Santa Catarina Yecahuizotl, Tláhuac, despidieron a los estudiantes de la Secundaria Técnica 95.
Cada una de las familias hizo los recorridos por distintas calles del pueblo, regando pétalos de flores blancas, con fotografías de las víctimas y acompañados de los mejores amigos de su escuela.
La iglesia del pueblo fue abarrotada. Ahí estaban los cinco ataúdes blancos (las misas fueron a diferentes horas) que la procuraduría capitalina entregó como ayuda de gastos funerarios. Tras la ceremonia religiosa, la música de banda se volvió a escuchar, la cual habían oído antes del accidente.