FIRMAS EXTRANJERAS EN ESTADOS UNIDOS Trama rusa refuerza escrutinio a empresas
Legisladores impulsan ley para obligarlas a divulgar información sensible sobre personal, cabildeos o contactos con funcionarios de EU
Barney Jopson y Demetri Sevastopulo/ Legisladores estadunidenses impulsan una ley que obligará a los líderes empresariales extranjeros a divulgar información sensible sobre sus contactos con funcionarios del gobierno de Estados Unidos, en una medida enérgica sobre el cabildeo surgido por la preocupación ante la intromisión política rusa.
La investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa inyectó nueva vida a un proyecto de ley que causa preocupación entre las multinacionales no estadunidenses porque podría clasificar a sus empleados como “agentes extranjeros” sujetos a estrictos requisitos de divulga- ción estadunidense que podría ponerlos en desventaja frente a sus rivales de EU.
El proyecto de ley fortalecería una oscura ley de la década de los años 30 dirigida a los propagandistas nazis que salió a la luz por la acusación que formuló Mueller en octubre contra Paul Manafort, ex director de campaña de Donald Trump, acusado de no registrarse como agente extranjero al cabildear por un partido político ucraniano.
Los abogados dicen que la legislación que modificaría la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, por su sigla en inglés) de 1938 reuniría nuevos requisitos de divulgación sobre el personal de cualquier empresa no estadunidense que se reúna con funcionarios oficiales; o los cabilderos estadunidenses que prestan servicios a empresas extranjeras, y a compañías de EU que cabildean para sus propias fi liales extranjeras.
Su efecto podría ser “escalofriante”, según un ejecutivo de una empresa europea basada en Washington. “Habría una transparencia extraordinaria para tus competidores sobre lo que haces en Estados Unidos”.
Las multinacionales con grandes operaciones en EU —entre ellas el fabricante de motores Rolls-Royce y las empresas alemanas Bayer y Siemens— enviaron personal al Capitolio para expresar sus preocupaciones sobre la legislación en su forma actual, de acuerdo con personas familiarizadas con el proyecto de ley.
Nancy McLemon, presidenta de Organización de Inversión Internacional, un grupo comercial para empresas no estadunidenses que cabildean para que haya cambios en el proyecto de ley, dijo que “juntaría a los empleados estadunidenses de una compañía canadiense de autopartes o una cadena de supermercados con sede en Alemania con agentes de gobiernos extranjeros”.
El proyecto, que tiene respaldo de los republicanos y se aprobó en la Cámara de Representantes en enero con una votación apresurada, está patrocinado por el congresista Mike Johnson y el senador Chuck Grassley, quien dijo que cerraría “los vacíos legales que explotan los cabilderos de entidades extranjeras para ocultar su trabajo”.
Si bien el avance del proyecto de ley pone nerviosas a las empresas, sus posibilidades de pasar a una votación al pleno son inciertas. Una persona cercana a los líderes republicanos de la Cámara dijo que no se planteará en el corto plazo, mientras que Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, aún no toma una posición sobre el proyecto de ley.
Los informes de los inscritos a FARA, que se tienen que presentar con el Departamento de Justicia, a menudo abarcan cientos de páginas y están disponibles públicamente. El proyecto de ley requeriría que los agentes extranjeros informen sobre sus actividades cada tres meses y los abogados dicen que las divulgaciones podrían abarcar desde minutas de reuniones hasta el contrato de empleo que tiene un director ejecutivo con su empresa.
Bayer, un conglomerado que abarca desde medicamentos