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UNA DÉCADA CON SEDENA
Ocho entidades han firmado convenios de seguridad
Cuando apenas había terminado de entonarse el himno de Los Pumas, en la pantalla principal del Estadio Olímpico Universitario apareció la leyenda: “¡Fuera narcos de la UNAM!”.
Apenas el viernes pasado, a un costado de la Facultad de Contaduría y Administración, en la zona conocida como “frontones”, dos hombres fueron acribillados y aunque recibieron atención médica fallecieron al llegar al hospital. Se trató de dos presuntos nar
comenudistas, ajenos a la comunidad estudiantil y académica que a diario se instalaban en los pasillos y otras zonas dentro de Ciudad Universitaria para ofrecer y comercializar droga.
Al mediodía de ayer, tras leerse el mensaje en la pantalla, el área de prensa de la UNAM desligó a Enrique Graue del manejo de la pantalla, porque esto es responsabilidad del equipo Pumas y no de la Rectoría.
A pesar de ello, los más de 60 mil aficionados que se reunieron en el estadio aplaudieron la leyenda como una muestra de rechazo a la ola de violencia que se registra en las instalaciones universitarias, aun cuando las autoridades han anunciado el incremento en la vigilancia, colocación de cámaras y accesos controlados, entre otras.
Los asistentes se sumaron a las voces de protesta por los constantes delitos que a diario, incluso, se registran en CU y sus alrededores, así como en otros campus universitarios.
Aunado a los delitos contra la salud en su modalidad de narco
menudeo se suman los robos en los pasillos y áreas verdes solitarias, además de los suicidios y homicidios registrados el año pasado.
Una muestra de ello se regis- tró la semana pasada, cuando una profesora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán fue víctima de un asalto al que se resistió y a cambio la hirieron los presuntos delincuentes, provocando que perdiera el control de su auto.
Con la ola de violencia de la que han sido víctimas los universitarios, Graue expresó en una conferencia de prensa, este fin de semana, su rechazó a que fuerzas policiacas intervengan para brindar seguridad a la comunidad, porque a su juicio una estrategia armada no garantizará que salgan los grupos delictivos establecidos en los campus. “Todo ello no ha sido suficiente, si bien es cierto que los narco
menudistas se han fragmentado, también lo es que se han dispersado distribuyéndose en otras áreas. Haber ignorado la inseguridad y el narcomenudeo no era una opción para una comunidad como la nuestra”, dijo el sábado.
En tanto, el Instituto Politécnico Nacional se sumó a las voces que piden salvaguardar la integridad de la comunidad universitaria sin denostar la autonomía de la UNAM. “El IPN confía en que las autoridades correspondientes brinden la seguridad a los alumno, maestros, personal administrativo y autoridades de la UNAM, siempre en apego a la legalidad y con el debido respeto a su autonomía”, puntualizó el instituto.
Al conocerse el asesinato de dos hombres, la policía capitalina comenzó la búsqueda de sospechosos, por lo que fueron detenidos dos hombres, que primero quedaron a disposición de la fiscalía en Coyoacán y posteriormente la Fiscalía de Homicidios ejerció su facultad de atraer la carpeta de investigación.
La procuraduría capitalina deberá defi nir su situación jurídica este lunes al notificarles su libertad o la judicialización del expediente, pues al momento de la captura tenían droga y un arma de calibre distinto al que presentaron las víctimas.
Uno de ellos tenía manchas de sangre en su ropa, por lo que las autoridades se dieron a la tarea de pedir el estudio pericial para determinar si coincide con alguna de los asesinados.