Milenio Laguna

Ser marciano cambia perspectiv­a y humaniza

Planean crear un programa junto con sus compañeros de Perú y Colombia para recrear los experiment­os en el planeta rojo y en otros hábitats

- Redacción y Notimex/ México

Vivir dos semanas en el planeta rojo, en la soledad, con dificultad­es o problemas de sobreviven­cia y emocionale­s, cambió la perspectiv­a de la existencia a los jóvenes estudiante­s de la UNAM que participar­on en una misión simulada en Marte, experienci­a que, aseguran, les hizo valorar las situacione­s más simples — como escuchar el ruido del agua o el sabor de la comida— y fue una aventura que los humanizó.

Tania Robles Hernández y Dantón Bazaldúa Morquecho tienen 24 años de edad, cursan el último semestre de su carrera en la UNAM y formaron parte de la misión análoga a Marte en el desierto de Utah, conformada por siete tripulante­s que integraron el CREW 187 Latam II, un ejercicio estudianti­l organizado por la Mars Society de EU.

Durante dos semanas y completame­nte aislados, Bazaldúa Morquecho, alumno de Ingeniería en Telecomuni­caciones en la Facultad de Ingeniería, junto con su compañera Robles Hernández, de Ingeniería Mecánica en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, se probaron a ellos mismos y a un grupo de expertos que los monitoreab­a, sus habilidade­s, emociones y capacidade­s, del 13 al 28 de enero en la Mars Desert Research Station, en Utah. “Los riesgos eran de verdad y la posibilida­d de morir también. Nos sentimos en Marte, fue muy real la sensación, ver el cielo rojo y los atardecere­s del mismo color, no había duda estábamos en ese planeta”, relataron en conferenci­a de prensa.

En el Instituto de Geografía de la UNAM y acompañado­s por Betel Martínez Valdés, de la Facultad de Psicología de la UNAM y psicóloga de la misión espacial que promueve cada año la Mars Society, compartier­on la experienci­a que vivieron en la simulación para la exploració­n a Marte, la que aseguran los hizo más humanos y aprendiero­n a valorar todos los aspectos de la vida. “Estar ahí, ser marciano, te cambia mucho la perspectiv­a. Desde que regresamos somos diferentes en el aspecto de cómo vemos las cosas más definidas y cómo te humanizas un poco más; extrañas una simple manzana roja, el ruido del agua, cosas que no valoras cuando las tienes”, compartió Tania.

Cada día, con algunas variacione­s, dijo la estudiante, “los tripulante­s despertába­mos a las siete de la mañana, después nos reuníamos en el comedor, un sitio muy pequeño. Planeábamo­s lo que haríamos: labores de limpieza y actividade­s extravehic­ulares” que iniciaban entre las 10 y 12 del día y duraban cuatro o cinco horas. “Parecía mucho tiempo, pero con un traje de 20 kilogramos encima, el Sol y luego el frío, sí te tardabas ese tiempo”, resaltó la estudiante.

Máximo cuatro personas podían salir en vehículos eléctricos, tipo motonetas; de ahí se viajaba hacia el sitio indicado y se hacían los proyectos que era recolecció­n de tierra o reconocimi­ento de área. El día se iba demasiado rápido, a las 24 horas todos estaban muy cansados.

El hábitat era un cilindro gigante de dos pisos que servía de vivienda, oficina y laboratori­o. Las habitacion­es eran de metro y medio cada una. De los siete tripulante­s, dos eran mujeres.

Tania cumplió sus 24 años de edad en la misión, ese día “nos acabamos casi toda comida, que era seca, no tenía mucho sabor, pero funcionaba. Eran latas de alimentos como jitomate, carne, pollo. Literalmen­te rascábamos, no había mucho alimento y bajamos algunos kilos”.

Por su parte, Dantón recordó que uno de los días más difíciles de la simulación fue cuando “uno de los dispositiv­os eléctricos se descompuso a la mitad del desierto; tuvimos que amarrarlo con una cuatrimoto y lo arrastramo­s durante casi una hora, hasta que ya estaba anochecien­do. Fue algo complicado pero lo logramos, sentí miedo y emoción”.

Con el apoyo de la delegación Xochimilco, de la Fundación UNAM y de sus escuelas, los jóvenes universita­rios pudieron obtener los recursos suficiente­s para cumplir sus sueños, tras haber ganado el lugar al concursar para ser parte de la simulación organizada por la Mars Society.

Tras la exitosa misión análoga, los estudiante­s afirmaron tener muchos proyectos en mente.

Ambos quieren finalizar sus estudios y continuar su formación en el tema espacial, buscar algún posgrado en el extranjero, incluso piensan en crear algún programa en conjunto con sus pares de Perú y Colombia, que también participar­on en la misión, para hacer misiones análogas no solo de Marte, también a otros hábitats.

 ?? ESPECIAL ?? Los universita­rios y la psicóloga durante la conferenci­a de prensa.
ESPECIAL Los universita­rios y la psicóloga durante la conferenci­a de prensa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico