Julión Álvarez llena el Coliseo Centenario
Respecto a la situación que vivió recientemente en donde estuvo presuntamente vinculado con el crimen organizado, dijo que catalogó el año como algo positivo y que aprendió muchas cosas de esa experiencia
El cantante chiapaneco Julión Álvarez se presentó la noche de ayer sábado en las instalaciones del Coliseo Centenario de Torreón, en el marco del aniversario diez de este centro de espectáculos que se ha convertido en punto de referencia para toda la región.
Gentil, otorgo una rueda de prensa previa a su arribo al escenario. Respecto a la situación que vivió recientemente en donde estuvo presuntamente vinculado con el crimen organizado, dijo que catalogó el año como algo positivo y que aprendió muchas cosas de esta experiencia. “Me tocó una experiencia tan fuerte, que lo único que nos ayudó fue la paciencia y Dios”, dijo.
En once años de carrera artística, y sin querer sonar presuntuoso, manifestó que han logrado cosechar muchos éxitos y que es una carrera relativamente corta en los rangos que la música brinda. No saldrá de su género y continuará acompañado por su Norteño Banda.
“Con el tema de los vínculos, dejamos de ir a muchos lugares, como EU o Guatemala. Hay plazas que hace años no visitábamos y esto es bonito y nos permite recordar”, indicó. Sobre el tema de política, donde se le vio vinculado con algunos partidos políticos o figuras de la clase política, señaló que “estoy prietito pero no tengo ningún color”.
Además, esto no es lo más conveniente ni para ellos ni para el cantante según resaltó, aunque admitió que cuenta con muchos amigos que se dedican a la política, como presidentes, diputados, senadores o demás cargos de elección popular, y ante la misma dificultad del medio político. Su mensaje para los migrantes latinos que lo siguen mucho en el país vecino del norte, comentó que tiene rato que no va para allá, pero que si se les pone muy difícil la situación, tengan paciencia.
En las localidades del Coliseo lo esperaban ya miles de laguneros. En esta ocasión, Julión brindó un concierto con temas de corte reciente y desde luego los que se han convertido en un clásico. El escenario fue de formato de 360 grados, lo que permitió a todos los asistentes disfrutar del espectáculo.
Como en cada ocasión, la gente de la región iba vestida para pasar una buena noche. Tacones de vértigo o botas vaqueras fueron las preferidas para ellas; además del predominio del pantalón de mezclilla, se pudo ver gran cantidad de shorts y faldas cortas. Algunas llevaban su sombrero. Entre el público masculino lo que más abundó fue la bota picuda, pero bien picuda; la que es más discreta con el pico, y desde luego sombreros vaqueros, al igual que camisas de vestir.
A destacar como siempre la presencia de los vendedores de papitas, cerveza, guaripas, cacahuates, vasitos tequileros con la cara de Julión, y también los recuerdos oficiales que estaban disponibles para los que quisieran llevarse playera, gorra o demás artículos.