LA CIUDAD Y LOS PEJES
Su ilustrísimo Señor el Marqués de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, Nobel de Literatura, ahora incursionó en el género del surrealismo mágico ciberpunk, con su última obra, que la crítica literaria calificara como “una distopía tropical y fantasiosa”. A co
I En
Yasabesdónde, gobernado por Yasabesquién, un niño despertó y el dinosauro seguía allí. El niño le preguntó cómo fue que el mundo se convirtió en Venezuela.
II
El Dinosaurio inicia su relato cuando apenas era un ajolote y un dinosauro rete-octogenario y rete-ojaldra, instauró una dictadura perfecta, logrando que el Partido Rete-octogenario Institucional se perpetuara en la presidencia, mediante elecciones fraudulentas, que nadie percibía porque estaban idiotizados con futbol, programas de televisión,
gomichelas y stand-ups.
III
El dinosauro rete-octogenario hibernó en una cápsula criogenizadora cosmogónica hasta que despertó cuatro sexenios después, encontrándose a Vargas Llosa (osea, el autor de la obra introduciéndose fantásticamente como personaje), quien le dijo: “Los tiempos han cambiado, desapareció la dictadura perfecta, el PRI se ha convertido en una democracia auténtica, con grandes reformas estructurales, por gracia de la PachMama”. Llovió café en el campo.
IV
Cuando Zaratustra probó la ayahuasca conoció su destino: Yasabesquién nacería en la Macuspana, quien, financiado por Rusia, impondría una dictadura populista y dogmática en Ya sabes dónde, al estilo de Venezuela. Como en todas partes del mundo hay un inmigrante de Yasabes
dónde (lavando platos o vendiendo tacos), el mundo se convertiría en Venezuela.
V
Habría que aniquilarlo. Sobre los escombros de un mundo ruinas, el niño wawis canta la canción del movimiento naranja.