La televisión
explicarles que no todos los eventos son iguales.
Hay coberturas que implican una especialidad. Cuando uno manda payasos, por ejemplo, a una transmisión que está hecha para periodistas, a lo mejor ese día se mejora mucho algún número pero a la larga se pierde lo más valioso que existe en esta industria: la influencia.
La historia de Tv Azteca está llena de ejemplos vergonzosísimos en este sentido.
¡Qué necesidad hay de repetir errores!
A mí, como amante del espectáculo, me ofende que Azteca Uno mande a gente que no sabe nada de cine al evento más importante de Hollywood.
Pero me ofende más que esos conductores, que no son malos, hayan ido hasta allá sin preparación, sin coordinación y sin herramientas para defenderse.
No solo decían y hacían barbaridades, se veían tan incómodos que llegó un momento en que se comenzaron a burlar de su trabajo, de sus errores.
Esto es delicadísimo. Es anarquía. Lo peor. ¿Qué se hace en estos casos? Un profundo ejercicio de autocrítica.
Tv Azteca, cuando se lo propone, hace coberturas de clase mundial. Son los mejores. Si no me cree, acuérdese de lo que esa empresa hizo la semana pasada con el golf.
¿A que ahí sí cuidaron a quién llevaron, sí se prepararon, no cometieron ni un solo error de producción y sí respetaron a la fuente y a las audiencias de esa especialidad?
¿No podrían hacer lo mismo con el Oscar? ¿O usted qué opina? ¿Usted qué les recomendaría?