EL RETO POR LA “CONSERVACIÓN” DE LA CUENCA ALTA DEL NAZAS
Las labores de conservación de las áreas naturales tienen una doble función: evitar los daños ambientales y apoyar a todos los ejidatarios en su economía
El programa Irritila lleva ocho años con un margen de acción en 12 ejidos duranguenses
on un margen de acción en 12 ejidos de tres municipios duranguenses, el Programa Irritila lleva ocho años en la conservación de la Cuenca Alta del Nazas.
Sus promotores enfrentan como principal reto la recaudación de los recursos para el pago de servicios ambientales que realizan los habitantes de esas comunidades. La apatía de los habitantes de la mancha urbana de la Comarca Lagunera sigue siendo un factor importante en eso. “Son labores de conservación de cuenca que básicamente están enfocadas a retener el agua por mayor tiempo en la superficie y los sólidos que traen una actividad secundaria que es arrastrar las semillas para una reforestación natural”, indica Roberto Muñoz, presidente del Consejo de la Cuenca Alta del Río Nazas.
Explica que desde el 2015 que fue firmado el segundo convenio con la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para los trabajos ambientales fue disminuido en casi 2 mil hectáreas el margen de maniobra en esa zona, debido a la dificultad para que pudieran reunir la cantidad necesaria para el programa de fondos concurrentes.
Actualmente por año Irritila debe aportar un millón y medio de pesos para desarrollar labores de cercado de áreas para evitar el sobrepastoreo del ganado, el acomodo de material vegetal muerto para contrarrestar la erosión hídrica, la colocación de presas filtrantes, la retención de suelo y agua, así como la instalación brechas cortafuego. “Cuando se firmó el convenio de colaboración fue etiquetado el recurso en el Fondo Forestal y pudiera haber una recesión si incumplieran con las cuotas, de ahí la importancia que la gente aporte”, dice Sergio Daniel Pacheco, Enlace de Servicios Estatales de la Gerencia en Durango de la Conafor.
Indica que el acuerdo con Irritila nació como parte de los programas que la dependencia federal tiene y que encaja con un sistema de colaboración económica mutua. “Todo esto nace a raíz de que Conafor tiene un programa de servicios ambientales, pero hay tanta demanda que no se logran cubrir todas las solicitudes y se encontró este esquema, es decir una de las partes interesadas en conservar cierta área”.
Muñoz destaca que apenas un 1 por ciento de los dueños de las tomas domiciliarias que tiene los tres principales municipios de la Comarca Lagunera aportan un donativo vía sus sistemas operadores de agua. “En Torreón hablamos de 2 mil 200 usuarios, en Gómez Palacio mil 800 y en Lerdo 60. Tenemos que trabajar aquí y es importante la participación de la ciudadanía”.
Precisó que eso se traduce en un donativo semestral por ciudad de 140 mil, 90 mil y 4 mil pesos por semestre, respectivamente. “La mayor parte de las aportaciones que tenemos para el programa son de las cámaras agrícolas y ganaderas, así como de empresas como Grupo LALA”.
Recordó que en el caso del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) durante la administración municipal pasada fue propuesto todos los usuarios aportaran un peso en el pago de su recibo, sin embargo aunque el consejo de la paramunicipal lo autorizó la propuesta no llegó a Cabildo para su implementación. “Los dos alcaldes anteriores no quisieron subirlo a Cabildo. El Programa Irritila es pionero en su esquema y lo hemos duplicado en Zacatecas y en la Sierra de Parras de la Fuente, donde sí fue autorizada una aportación por cada toma domiciliaria”.
El Programa Irritila debe lidiar también con los recortes presupuestales de algunas dependencias del gobierno federal para el pago de la estructura que vigila la implementación de los trabajos.
Es el caso de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hace unos años aportaba 500 mil pesos y ahora 100 mil, mientras que el Gobierno de Durango otorga 200 mil pesos. “Con el dinero que nos daban no nos alcanzaba ni para las nóminas y tuvimos que recortar temporalmente al personal del programa. Nos apoyamos con el del Consejo de Cuenca, la Conafor y el Gobierno del Estado de Durango para supervisar las obras”, explica Roberto Muñoz.
El coordinador del programa expone que el Gobierno de Coahuila no ha querido sumarse al proyecto con el argumento de no querer pagar para la generación de empleos en otra entidad. “Coahuila no ha querido participar, aunque desde el gobierno antepasado lo intentamos. Me han comentado que no les parece mandar recursos para generar empleos en otros lados, pero la mitad del agua que llega a La Laguna va a Coahuila”.
En cuanto a los 17 módulos de Riego Agrícola que tiene la región, añade, ninguno colabora desde hace dos años. En un comienzo por lo menos cuatro sí lo hicieron. Las labores de conservación de las áreas naturales tienen una doble función: evitar daños ambientales y apoyar a los ejidatarios en su economía.
José de la Luz Escobedo, comisariado ejidal de San José de Chaparra, afirma que la implementación de iniciativas como Irritila viene a beneficiar a las comunidades que pertenecen a la Cuenca Alta del Nazas por ser un ingreso extra para ellos. “Es una fuente de empleo para la gente de aquí. Los invitamos a que conozcan en qué consiste el programa para que estén seguros que los proyectos se están realizando”.
Por su parte, Saúl Corral, promotor ambiental en la co-