El vagar de nuestra alma esencial
n libro y una película me ocuparon la semana pasada. Por casualidad (¿existen las casualidades?) los dos abordan el tema de la muerte en el oeste de los Estados Unidos en el siglo XIX. Las dos obras son poderosas y nos hacen llegar dos historias imprescindibles.
Hostiles (2017), escrita para la pantalla y dirigida por Scott Cooper (y basada en una historia de Donald E. Stewart), es una cinta que narra el trayecto de Nuevo México a Montana en 1892. El capitán Joseph Blocker debe acompañar al jefe Cheyenne, Halcón Amarillo, a un cementerio tribal en el norte. El jefe está muriendo y como último deseo pide salir de la prisión para ir a descansar a ese lugar que se encuentra a 2 mil kilómetros.
El destino de Blocker está lleno de ironía. Debe resguardar al moribundo ex guerrero indio cuando su mayor actividad hasta el momento ha sido aniquilar pueblos de nativo americanos.
Meridiano de Sangre (1985) de Cormac McCarthy es una novela deslumbrante que nos lleva a los años de la guerra México-Estados Unidos en 1848. Una pandilla de forajidos decide aprovechar el olor bélico y se lanza a la exterminación de cualquier ser humano y creatura que camina por el suroeste de los EU y por los estados de Chihuahua y de Sonora en México.
La narración delira; en la noche brillan las estrellas y, a la luz del sol, las ropas de los personajes siempre están llenas de sangre, mugre y polvo. El lector avanza y se pierde en el tiempo y en el espacio, sin encontrar consuelo.
Las dos obras podrían abrir con el epígrafe de Hostiles, de D.H. Lawrence: “El alma esencial estadounidense es dura, aislada, estoica, y es asesina”. Tanto Hostiles como Meridiano de Sangre desarrollan tal idea. Pero en la película (no podría ser de otra manera) hallaremos que ésta se poetiza; en la novela, por supuesto, es otra historia.
Al cerrarse la semana pienso en el presente estadounidense, pienso en América Latina, pienso en la historia, pienso en nuestra alma mexicana, que también ha sido asesina. Lo es. ¿Y cómo es nuestra alma individual? ¿Por dónde ha vagado? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Encontraremos redención y consuelo? Se cierra la semana y empieza otra. Busque estas dos obras, y crea que podemos cambiar nuestro destino.