Patrimonio cultural en manos de radicales
Es el auditorio más grande de Ciudad Universitaria y ha recibido a figuras como Cortázar, Neruda, Paz, Arreola, De Gaulle y Saramago
ya no hay butacas y se encuentra en un deterioro grave por la acumulación de basura.
Desde el movimiento estudiantil de 1999-2000 el auditorio permanece ocupado por grupos que se han señalado como ajenos a la comunidad estudiantil y que subsisten vendiendo comida, ropa, piratería, libros, café e incluso, según reiteradas acusaciones, droga.
En 2003, los grupos que controlan el inmueble se denominaron Okupación Auditorio Che, para administrar el lugar y nombrarlo un espacio “autónomo y autogestivo”.
En 2011, estudiantes de la Facultad de Filosofía solicitaron la entrega del auditorio y que las autoridades de la UNAM tomaran el control del lugar. Aunque no se atendió su demanda, no se produjeron actos violentos.
Sin embargo, la disputa por el control del lugar por parte de los grupos que lo ocupan derivó después en al menos dos enfrentamientos violentos.
El primero fue el 19 de diciembre de 2013, cuando grupos autodenominados anarquistas pretendieron tomar el control del inmueble para reabrirlo a la comunidad y se enfrentaron a los otros grupos que albergan en el lugar.
El segundo ocurrió el 3 de marzo de 2014, en un enfrentamiento que duró al menos 10 horas. Ese día un grupo de encapuchados vestidos de negro ingresó al auditorio para expulsar a los anarquistas. Tras el confl icto, los anarquistas conservaron el control del inmueble.
El espacio sirve de guarida para individuos que han protagonizado desmanes al interior y exterior de CU, en los que incluso se ha prendido fuego a autobuses del Metrobús de Insurgentes.
Además del auditorio, el otro espacio al interior del campus en el que que han ocurrido hechos delictivos es la zona de Los Frontones, entre las facultades de Contaduría e Ingeniería, donde el pasado 23 de febrero fueron baleados y murieron dos presuntos narcomenudistas.