EL VUELO DE MEADE
Presumió Javier Lozano que Meade voló en clase turista rumbo a Guadalajara, Jalisco (omitiendo que Ochoa Reza lo hizo en jet privado rumbo a Villahermosa, Tabasco). Nosotros ahorramos una lana para viajar en avión y hacer ésta crónica
Descubrimos al candidato del PRI en la fila 14 del vuelo AM276, a pesar de que iba disfrazado. “¿Cómo me reconocieron?”, exclamó sorprendido. Le dijimos que por su bigote postizo, que era chafísima. Nos confesó que él está acostumbrado a comprar lo más barato, pues “el hombre no necesita más que lo necesario, lo demás es ambición, falsedad y vanidad, riachuelos que conducen al mar de la corrupción”.
Le preguntamos que si se disfrazaba porque le daba pena que lo vieran entre la gente común y corriente y no, contestó que al contrario: “Me disfrazo porque no quiero que la gente piense que me mezclo entre ellos demagógicamente para posar ante las cámaras” (no quisimos decirle que Javier Lozano nos mandó el boletín de su itinerario).
Le preguntamos por qué no le pidió su jet privado a Ochoa Reza, nos contestó: “El compañero trabajó mucho para comprarse sus cosas y me parece que cada quien debe disfrutar de sus propios triunfos, como Guillermo del Toro, con su Oscar, que si bien representa a nuestra Patria, se lo ganó con su esfuerzo, con la tenacidad y entrega que caracteriza a los mexicanos, que luchamos por lo que queremos; además, desde pequeño me enseñaron a valerme por mí mismo, por ello no necesito vejigas para nadar”.
Enseguida fue por el carrito de servicio y le sirvió a los pasajeros, luego le sirvió a los pilotos, sobrecargos y al final él mismo se sirvió su propia comida: Frijoles refritos, totopos y agua. Sobre su alimentación nos comentó: “Menosprecian la nutrición popular mexicana, pero ya quisieran muchos extranjeros tener el sabor y el valor nutricional de unos ricos frijolitos con sus totopitos ¡Ajúa! ¡Yepa Yepa, Ándale Ándale!”.
En lo que aterrizaba el avión, Meade tomó el unicel de los utensilios y con ellos hizo un águila devorando una serpiente en origami. “Me gusta reciclar el material inorgánico en juguetes didácticos, para donarlos a orfanatorios y hacer felices a los niños, mientras se les inculcan valores patrióticos y familiares ¡Su alegría es mi felicidad!”.
Y así fue un vuelo más del candidato del PRI en campaña.