LA DETENCIÓN DE RAÚL PUENTES EN LA MIRADA DE SU ESPOSA, MAGDA OLIVIA
Los policías entraron a golpearlos cuando estaban comiendo en un puesto de gorditas en el ejido El Siete
La maestra Magda Olivia Pequeño hace cuentas. Raúl Puentes Díaz, su esposo de 70 años de edad, con el rostro amoratado por las lesiones y detenido en los separos de la Vicefiscalía le contó cómo fue detenido en el ejido El Siete el pasado viernes.
Antes de que lo trasladaran a la cárcel ubicada en Durango capital y después de que se desarrolló la protesta en el ejido Aurora por la instalación de la planta de cianuro de sodio propiedad de The Chemours Company, donde participaron maestros jubilados integrados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Raúl Puentes se detuvo en el puesto de gorditas frente a la plaza principal del ejido El Siete.
Ahí estaba comiendo con la dueña del tabarete y su hija cuando agentes policíacos sin más comenzaron a golpearlos. A los tres los detuvieron mientras aseguran, los uniformados se encargaron de vaciar el negocio, llevándose la comida y el dinero de la venta. Horas más tarde llamaron a la familia para pedir que recogieran la camioneta del maestro, porque no aparecía.
“Él me contó que estaba desayunando con la señora del puesto y su hija y de ahí entraron y los sacaron a los tres, se los llevaron. Cristián y Guillermo (García Pimentel), y su hermano que salió antier de los separos de la Vicefiscalía, habían salido del trabajo e iban en el carro a su casa cuando vieron la trifulca y se asustaron y salieron corriendo. El carro recibió un balazo; ellos no estaban en la protesta pero los detuvieron”.
Magda Olivia también refiere que una lugareña estaba amamantando a su bebé cuando escuchó los disparos. De inmediato salió a la calle para buscar a una de sus hijas a la que había mandado a comprar tortillas, y ahí los policías la detuvieron y la subieron a la camioneta.
“O sea, hubo muchas irregularidades, anomalías. Los policías entraron a la ferretería y sustrajeron palas, picos, todo lo que encontraron; había varias personas que estaban resguardadas en la tortillería y de ahí los sacaron también a golpes. Saquearon las tiendas, a la pobre señora del puesto le robaron lo que había vendido en el día”.
Con los utensilios y herramientas que sustrajeron de la ferretería, se aseveró que los policías estuvieron rompiendo las puertas y allanando las casas de los lugareños, donde también reportan a través de las redes sociales que los oficiales robaron.
Magda Olivia, esposa de Raúl, hace cuentas también de lo que pudo ver. Fueron 43 las personas detenidas; cuatro quedaron internadas en hospitales y lo supo al buscar a su esposo. Cinco menores fueron liberados alrededor de las 03:30 horas del sábado y el domingo salieron 28 personas más.
“El día que soltaron a las 28 gentes les dijo una señora ‘Eso es gracias a Leti Herrera’, y le contestó otra señora ‘Y también los chingazos fueron gracias a Leti Herrera’. Hay muchas cosas con las que no estamos de acuerdo, con todo lo que hicieron.
“El día que los movieron a declarar al Edificio Durango les quitaron la ropa ensangrentada. Los trajeron así como estaban y les quitaron la ropa y les pusieron unas camisetas negras a todos. Se las prestaron, verdad, porque cuando se los llevaron otra vez se las quitaron porque nada más era para presentarlos, para que no se vieran los daños”.
Su esposo Raúl Puentes Díaz junto con 9 detenidos más fue movilizado al penal ubicado en Durango el lunes pasado. La presentación para este miércoles será virtual a las 13:30 horas en el Edificio Durango.
“Raúl va a hacer su declaración mañana (miércoles) en su defensa; por cuestión de la edad y porque está enfermo de asma quedaron que le iban a dar arraigo domiciliario si lo ameritaba y si estaban ellos en la posibilidad porque les quieren imputar todos los cargos. O sea, dicen que la policía no hizo nada, ellos son gente pacífica, un alma de dios”.