Hawking, arquitecto de la ciencia moderna
Las hipótesis del físico, “puestas en un contexto adecuado, provocan reacciones a escala científica, humanística, filosófica y social”, destaca experto de la UNAM
Ayer la muerte de Stephen Hawking provocó miles de reacciones, desde el Vaticano hasta la NASA se volcaron alabando el trabajo del físico y su sentido del humor, mientras que en México los científicos de la UNAM coincidieron en que es el “arquitecto de la ciencia moderna”, ya que, además de conciliar la teoría de la relatividad con la física cuántica, mostró al mundo académico una nueva manera de dedicarse a la investigación al romper los límites de lo comprensible y al mismo tiempo divulgar el pensamiento científico entre la gente común. “Es tan importante su investigación, como lo es que apareciera en LosSimpsons, porque eso impulsa el conocimiento científico en la gente. Dejó un gran trabajo que abre la puerta para seguir estudiando la forma en la que funciona el universo”, afi rmó Manuel Torres Labansat, director del Instituto de Física (IF) de la UNAM, en entrevista con MILENIO.
Mientras que Saúl Ramos Sánchez, investigador titular del IF, agregó que con hipótesis como las interacciones de los agujeros negros, “en un ambiente donde reina la mecánica cuántica y la termodinámica, él fue nuestro arquitecto… dejó las bases de esa ciencia, muy importantes, pues sin ellas nuestras edificaciones se caerían”.
Ciencia básica,
Desde la física teórica, Hawking impulsó el desarrollo de la ciencia básica, la cual es trascendental para el avance de la humanidad. “En ocasiones, como en el caso de internet, cuando lo inventaron en el CERN no se tenía idea de cómo iba a cambiar la vida de la gente. Hoy no podemos imaginar un mundo sin esa red. Pero en otras ocasiones la ciencia básica no necesariamente termina en un producto comercial, como pasó al descubrir que no somos el centro del universo; sin embargo, no deja de tener gran valor para la humanidad saber eso, pues nos hace conscientes de cómo funciona el cosmos”, subrayó Torres Labansat.
También explicó que a Hawking “no le dieron el Nobel de Física porque trabajaba en el campo teórico y sus estudios, como el de la radiación que emiten los agujeros negros, no se han comprobado. Pero así pasó con Einstein y su trabajo sobre ondas gravitacionales, si hubiera estado vivo seguro se lo daban a él, pero se comprobaron un siglo después de que las predijera”.
Ramos, quien es uno de los expertos de la UNAM más familiarizados con el trabajo de Hawking al ser especialista en la Teoría de Cuerdas y sus aplicaciones en la física de partículas y la cosmología, aseguró que en la actualidad muchos alumnos y expertos trabajan “sobre las piedras que dejó con sus investigaciones, las cuales formaron un camino. “A Hawkins —agregó Ramos— lo llamamos una de las mentes más brillantes del siglo XX, ya que fue el periodo donde tuvo más influencia entre estudiantes y científicos”. Ahora ellos investigan temas más complejos, pues “si bien él sentó bases solidas, muchas otras personas ya hemos caminado sobre estas piedras y hemos construido, si bien no grandes edificaciones, otras pequeñas”, pero que aportan mucho al conocimiento científico.
El experto de la UNAM opinó que Hawkins “exageró con algunas de sus conjeturas; sin embargo, nos hizo reflexionar, todavía hasta la fecha, si somos o seremos capaces de resolver cuestiones fundamentales”.
Hawkings “tenía un humor agudo, era muy travieso y rebelde. Lo que a él le gustaba era formular preguntas exageradas, irreverentes y juguetonas, que llegaran al corazón de todos. Entonces estas hipótesis, puestas en un contexto adecuado, provocan reacciones a escala científica, humanística, fi losófica y social. Justamente lo que necesitamos son cambios de paradigmas y confrontarlos, como lo hacía él, y eso es en todas las ciencias: física,biología, química y también en las sociales”, concluyó Ramos.