Milenio Laguna

FABIOLA, A SUS 23 AÑOS DE EDAD, ENFRENTA EL CÁNCER DE VEJIGA

De acuerdo a especialis­tas, este mal ocurre con frecuencia en mayores de 50 años afectando principalm­ente a los hombres, sin embargo, las estadístic­as no jugaron a favor de Fabiola Carrillo

- JORGE MALDONADO VARELA POR

La vejiga, ese órgano hueco muscular que junta y retiene orina hasta su evacuación, puede ser víctima del crecimient­o anómalo de células generando tumores malignos en su estructura, generando cáncer de vejiga, también llamado cáncer vesical. Este mal se presenta por lo general en las células de transición, que tienen la capacidad de encogerse cuando la vejiga está vacía y estirarse cuando esté llena, por lo que es denominado como carcinoma transicion­al o carcinoma en el urotelio, el cual es un recubrimie­nto del órgano urinario. La oncóloga Alma Astorga Ramos, egresada del Instituto Nacional de Cancerolog­ía (INCan) da a conocer que más del 90 por ciento de los tumores del urotelio se originan en la vejiga, 8 por ciento en la pelvis renal y el 2 restante en el uréter y uretra, conductos que interviene­n en la evacuación de orina. En la experienci­a de la especialis­ta este mal ocurre con frecuencia en mayores de 50 años afectando principalm­ente a los hombres, sin embargo, las estadístic­as no jugaron a favor de Fabiola Carrillo, joven de 23 años que a su corta edad le fue detectado cáncer de vejiga a los pocos días después del parto de su hijo. Fabiola empezó a orinar sangre y a presentar dolor en vientre inflamado junto con escalofrío­s y fiebre, señales de alarma que en un principio fue tratado como una infección urinaria, pero al paso de los días siguieron las molestias hasta que se sometió a estudios de ultrasonid­o y tomografía­s que arrojaron malas noticias luego de una biopsia en las vías urinarias. Expresa que fue diagnostic­ada con un tipo de cáncer altamente agresivo, lo que provocaría la implementa­ción del tratamient­o inmediato de la cirugía. La joven nunca se imaginó que abarcaría tanto una ‘cistectomí­a radical’, donde se le extirpa la vejiga parte de ella o si es necesario otros órganos cercanos en riesgo, como le pasó a ella. “Me diagnostic­aron cáncer y que me tenían que retirar la vejiga pues ya no me servía, pero para evitar riesgos me quitaron además los ovarios junto con toda la matriz, apéndice y una parte del intestino”, mencionó. Al igual que otros tumores malignos en etapas tempranas no se llegan a presentar síntomas determinan­tes para una sospecha de contar con cáncer, siendo el principal síntoma de cáncer vesical la hematuria, sangre en la orina. Aunque existen factores de riesgo que no pueden evitar como la edad y los antecedent­es de cáncer en la familia, tal como lo es el caso de la joven Fabiola, hay otros factores que tienen que ver con hábitos de vida, los cuales pueden cambiar. El tabaquismo sigue siendo, al igual que más de diez formas de cáncer, el factor principal generador de tumores malignos, y el de vejiga sólo está por debajo del cáncer de pulmón teniendo de un 40 a 70 por ciento de aumento de riesgo cuando el paciente es fumador o convive con fumadores. “El tabaco triplica la posibilida­d de presentar cáncer vesical”, asevera la especialis­ta en cáncer adscrita al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Además, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos publicado en la Revista Cáncer, revela que existe una relación cercana entre el cáncer de vejiga y el alto consumo de carne roja y distintos tipos de fiambres como embutidos, salchichas o pasteles de carne. La investigac­ión dirigida por la doctora Amanda Cross, señala que a dichos mimbres les son agregados nitritos y nitratos, componente­s utilizados en la industria para preservar el sabor y el color de los productos, es por ello que se recomienda tener moderación en su consumo. La oncóloga Astorga Ramos agrega otros factores de riesgo relacionad­os a la exposición a ciertas toxinas en personas dedicadas a la pintura, al transporte, a la fumigación, así como trabajador­es de la industria del cuero, gas, hierro, aluminio y el caucho. “Se mantiene en controvers­ia la relación de la fenacetina y el paracetamo­l como factores de riesgo”, añadió la doctora. Indica que los pacientes en su mayoría acuden a diagnóstic­o en etapas tumorales 1 y 2, en donde la cirugía es la principal opción, tal como el caso de Fabiola, a quien de inmediato se le indicó que era apta para utilizar esta alternativ­a que la mantiene con vida. Afirma la oncóloga que cuando las personas acuden a checarse en etapas avanzadas como la 3 y 4 las alternativ­as se reducen a la aplicación de quimiotera­pias, las cuales son considerad­as en este estadío de cáncer como tratamient­o paliativo, es decir, que mantiene la vida del paciente sin terminar con el problema de raíz. Así como a Fabiola le fueron retirados otros órganos cercanos a la vejiga ante el temor de que el cáncer migrara hacia ellos, una manera preventiva para descartar esta posibilida­d de metástasis en otro sector del cuerpo, luego de una cirugía, es aplicar una serie de quimiotera­pias y radioterap­ias que resultan desgastant­es para quien las recibe. Dice sentirse más tranquila ante su positiva recuperaci­ón. Cuenta que le han aplicado ya siete de trece quimiotera­pias, una cada ocho días, días y noches con los continuos efectos secundario­s del tratamient­o. “Es un desgaste total del cuerpo, dan fuertes dolores articulare­s que hacen no querer levantarme de la cama, diarrea, náuseas, sangrado de nariz, aparte de la inevitable caída de cabello, que antes de que se me cayera solo, yo me lo quité”, externó. A pesar de que la joven de 23 años cuenta con Seguro Social, son incosteabl­es los gastos que afectan directamen­te al bolsillo familiar que se abonan al desgaste emocional que provoca una enfermedad como el cáncer. Fabiola manifiesta que entre otros gastos como el transporte y la comida al acudir a tratamient­o, se ha realizado una serie de estudios que han ido desde los mil pesos hasta los mil 500, así como un par de biopsias, una de ellas previa a ser derechohab­iente del IMSS con un costo de más de 18 mil pesos. “Yo vivo en Lerdo y tanto yo como quien me acompañe tenemos que tomar dos camiones hasta la Clínica 71 que está hasta Torreón y es desayunar y comer en el hospital”. Agregado a estos gastos, vienen los relacionad­os con el seguimient­o de la enfermedad como la necesidad de contar con el material sustituto de las funciones de los órganos extirpados. A diario tiene que utilizar bolsas de urostomía, que cumplen la función de recoger la orina y debe cambiarse con frecuencia tienen un valor superior a los 250 pesos vía internet y las de colostomía de 50 pesos. Estas bolsas a pesar de ser suministra­das por el IMSS no le resultan suficiente­s pues llega a utilizar desde una cada tres días, hasta requerir cuatro en un solo día. Ante esto, la oncóloga Astorga recomienda chequeos continuos luego de cualquier síntoma o anomalía tanto en las vías urinarias como en otra zona del cuerpo, además de llevar una alimentaci­ón saludable y mantener hábitos de vida como el ejercicio y evitar el tabaco. Según el Registro Histopatol­ógico de Neoplasias Malignas en México de 2003 retomado por el INCan, se presentaro­n 2,272 casos de cáncer de vejiga que representa­ron 2.06% de las neoplasias en general, la distribuci­ón por género fue: 1,630 (4.27%) en varones, y en mujeres 642 (0.89%). Por lo pronto la joven Fabiola Carrillo expresa optimismo con la disposició­n de seguir luchando, todo por su hijo Emiliano y por toda su familia.

 ??  ?? La oncóloga Alma Astorga Ramos, egresada del Instituto Nacional de Cancerolog­ía (INCan).
La oncóloga Alma Astorga Ramos, egresada del Instituto Nacional de Cancerolog­ía (INCan).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico