Le ponen fin con mezcla de ritmos y diversión
Al concluir el festejo musical, más de 80 mil asistentes disfrutaron de las otras actividades del evento artístico.
La edición 19 del festival Vive Latino cerró con broche de oro, no solo en los diversos escenarios donde más de 50 agrupaciones interpretaron sus mejores ritmos, sino en el resto de los stands que se colocaron para la diversión de los presentes.
Durante los conciertos, las enormes marionetas de colores aparecieron por doquier, haciendo que la gente, en su mayoría gente joven, se colocara detrás de ellas, bailara y se moviera al ritmo que se desgranaba desde los entarimados.
Chicas con cabello pintado de morado (y de otros colores), personajes tatuados, cabellos parados, o totalmente rapados; con camisetas de sus grupos favoritos, tenis y sobre todo actitud de divertirse por sobre todas las cosas, fue lo que se vivió esta tarde noche en el Foro Sol, ya que la música fue el motor que reunió a más de 80 mil personas.
Desde que las puertas e abrieron comenzó el color del evento y las corretizas para llegar “hasta delante” en los escenarios, poco a poco apareció más y más gente, la cual se fue colocando cerca de los juegos mecánicos, los stands de comida y las carpas, como Ambulante e Itinerante, donde se ofrecieron distintos eventos, como la exhibición de películas y cortos y otras actividades, además d eun área de comida muy amigable.
Ya en lo que tocó a la música, los ritmos fueron variados, entre el rock, el ska, incluso algunas baladas, y hasta un poco de electrónica dominaron la escena.
El escenario Doritos recibió a los Kachiporros, quienes con su ska, prendieron los ánimos entre los presentes, quienes ovacionaron el grupo desde sus primeros sonidos.
En el ambiente los diversos olores, desde cigarro, hasta las comidas que se ofrecían, dominaban el ambiente, lo mismo había gente que se enfi laba a ver películas sentados en el suelo, que quienes pasaban de escenario en escenario
sacudir el cuerpo con la música. Enmascarados también formaban parte del ambiente, gorros de colores, gritos y emoción seguían cuando la noche comenzaba a caer y algunos grupos, como los argentinos Pericos, llamaron a Carla Morrison a cantar con ellos.
Lo mismo sucedía con La Lupta, cuando María Barracuda aapa- reció con ellos para interpretar sus éxitos.
Ya con la oscuridad de la noche los juegos iluminados llamaban más la atención, con la enorme rueda d ela fortuna que se observaba desde cualquier punto del foro.
Finalmente, grupos como La Gusana Ciega se mostraron agradecidos con la lealtad de sus seguidores: “Para nosotros el Vive Latino lo hacen ustedes”, dijo Daniel Gutiérrez, cantante d la agrupación, que reunió a cientos de sus seguidores, quienes llegaron vestidos con gorras y plateras de la banda.
Durante las más de 10 horas de conciertos llamó la atención el número de niños que vinieron acompañados de sus papás, ya que desde las primeras fi las se observaba a los pequeños en los hombros de sus padres, bailando y cantando algunos de los temas del concierto.