Del Vive a LesMis
e verdad que no podemos quejarnos, tenemos un mundo del espectáculo vivo, vivo, vivo. Y ser reportero de esta fuente, vivir acorde a sus ritmos y momentos, sin la menor duda puede ser uno de los más grandes privilegios del mundo si trabajas en el medio correcto, ya saben, de aquellos que sí te dejan hablar de las cosas relevantes sin ponerles un precio comercial, y si te toca un fin de semana como este.
Mi cabeza no deja de girar, porque empecé mi domingo en el Vive Latino y lo terminé llorando sin control, despidiéndome de Jean Valjean como si fuera la última vez. Empecemos con la música, donde pudimos hacer una serie de entrevistas por las que clamaríamos en cualquier gran día del año. Mi favorita, Fito Páez, quien decidió platicar del discurso que trae en su gran nuevo y muy amplio disco un día antes de su presentación en el Foro Sol.
Mostrando el cuerpo de su novia montado sobre su propio rostro, en este cd, La ciudad liberada, Fito sigue peleando la buena batalla. Uniéndose a las mujeres en esta revolución mundial por la equidad y haciendo gran comentario social en esa especie de trova disfrazada de rock o viceversa. Francamente, siempre cambio de opinión.
Otra cosa que gocé profundamente fue ver a músicos consagrados de bandas necesarias del circuito de rock nacional, encontrando el escenario perfecto para hacer otro tipo de experimento artístico, simplemente, porque ya pueden. Por gusto. Y ahí vimos a miembros de bandas como Fobia, Bon y los enemigos del silencio, y tantas más arrejuntándose en diversos formatos y deleitando con algo nuevo a su público.
Otro momento maravilloso, que me tocó presenciar por casualidad (estaba perdida entre los foros, las carpas y el lugar desde el cual estábamos transmitiendo) fue ver el concepto de Hay un Nosotros, en el que participaron Jaime López, Ely Guerra, Alfonso André y Cecilia Toussaint, entre otros grandes. Vale mucho la pena meternos mucho más a fondo a esta unión de talento con la mera intención de seguir recaudando fondos para quien más lo necesite.
En fin, nunca acabaríamos de narrar todo lo que pasa en semejante evento y menos cuando te tienes que ir temprano para llegar a la función de amigos y familia de Les Miserables, que ya se estrena formalmente el jueves 22. Por respeto a esas fechas no diré más que esto. No cabe en mi cabeza cómo una puesta en escena a la que le conozco prácticamente cada tornillo, en inglés y español, pueda de pronto hacerme olvidar por completo que sé exactamente qué va a pasar, y me haga enterar en tal contacto con mis emociones, que no pueda abrir ni hablar por un largo tiempo después de que caiga el telón, por temor a no controlarme. Esta semana les contaré más, mucho más.
Pero, por ahora, disculpen, entre tanta vibra humana, música y emociones este fin de semana, creo que me retiro un rato para tratar de acomodarlas. Y apenas (va a ser) es lunes.