Matamoros: mi origen y futuro de la Laguna
H ablar de Matamoros es recordar mi infancia. Es tomar el autobús rojo en Boulevard Revolución con mi hermano y mis dos hermanas para ir a pasar el fin de semana con mi abuela. Es recordar sus calles, su gente cercana y amable. De ahí es mi mamá Azucena Ayup y por ello en esa ciudad está parte mi vida.
Matamoros es también deporte, dinastías de familias completas de basquetbolistas y beisbolistas de las que aprendí la perseverancia y la disciplina que el deporte forja pero que sirve para todos los aspectos de la vida.
Cada municipio de nuestra Zona Metropolitana y nuestra región aporta activos a nuestra competitividad y calidad de vida.
Gracias a las cerca de 50 mil toneladas anuales de melón que se producen en Matamoros, Coahuila y la Laguna son el principal productor de esta riquísima fruta en nuestro país. Su campo nos brinda alimento y aire puro. Su territorio nos garantiza además futuro para seguir dotando de servicios, empleo y recreación a nuestra metrópolis.
Hoy Matamoros se diversifica y a la tradicional industria ladrillera y la industria textil se añade la industria automotriz con Lear Corporation que brinda empleo a mil quinientos personas pero llegará a 4 mil.
En Matamoros estarán en un futuro cercano, empresas, parques, escuelas y centros culturales que darán servicio a toda la región, esa es la tendencia.
La planeación de la región debe considerarlo al diseñar vialidades, transporte, equipamiento urbano, hospedaje industrial, espacios públicos contiguos al sector oriente y norte de Torreón, el que más ha crecido y el que más carece de reservas territoriales.
Pero la principal aportación de Matamoros es su gente, activa, perseverante, emprendedora, que requiere la educación, la vivienda, el acceso a salud acorde a una de las diez zonas metropolitanas más grandes del país a la que pertenece.
Matamoros nos brinda la oportunidad de planear una ciudad de calidad mundial, por ello es futuro de La Laguna que construimos desde hoy.
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