Milenio Laguna

TRADICIÓN DE MÁS DE 50 AÑOS.

Rubén Martínez toma las mazorcas y las coloca sobre las brasas, ello mientras lanza su clásico grito: “Pásele a los elotes”

-

Ayer, Sábado de Gloria, como ya es costumbre se realizó la quemadeJud­as en el barrio de Trincheras en Gómez Palacio, en el que además se hicieron explotar una serie de personajes, entre ellos chamucos, el Chapulín Colorado y como homenaje, el payaso Vita Uva. Más de 2 mil asistentes se dieron cita; se instalaron escenarios musicales y un buen número de vendedores de comida y botanas, convirtién­dose en toda una verbena popular.

“Pásele a los elotes” grita don Rubén Martínez mientras toma las mazorcas y las coloca sobre las brasas, en un hueco del tronco del mezquite para iniciar con el proceso de cocción, no tan simple como parece. Los elotes tatemados que se venden a las afueras del Parque Nacional Raymundo y que empezó la familia García González hace 50 años, son parte de la tradición y gastronomí­a lagunera, y el mejor final para los días de campo.

La venta de los elotes tatemados los inició el matrimonio compuesto por Raymundo García y Clara González a quien de cariño le dicen Doña Yola, ello en 1948 en las antiguas instalacio­nes del Parque Raymundo, hasta ubicarse al exterior en donde se encuentra actualment­e el centro recreativo.

Doña Yola, quien también se dice ser la abuelita del Parque Raymundo, mencionó que el secreto del sabor es precisamen­te saber la técnica del tatemado y sin olvidar que la leña debe ser de mezquite. “El secreto es saber tatemar, no cualquiera lo hace”, externó.

Venden hasta 500 elotes

Durante los días de vacaciones, la familia González empieza con la preparació­n entre los diez u once de la mañana pues es cuando más se incrementa­n las ventas y de 300 elotes tatemados que venden los domingos normales del año, durante estas vacaciones se eleva la venta hasta más de 500 piezas.

El elote tatemado tarda entre 15 a 20 minutos, menos que el hervido que dura dos horas y que también ofrece en su puesto.

Para que tenga ese sabor caracterís­tico de leña, el proceso inicia con la colocación del elote crudo con todo y las hojas en las brasas, una vez que está cocido, se retira de las brasas para pelarlo, y posteriorm­ente colocarlo nuevamente en la leña, o dependiend­o del término del cliente.

El sabor rústico caracterís­tico de este término de cocción, atrae a todos los laguneros quienes antes, durante y principalm­ente después de concluir con su día de campo, tanto quienes visitan el Parque Raymundo, así como quienes regresan de la Presa Francisco Zarco, o pasan por la carretera Gómez Palacio-Cuencamé desean disfrutar de un elote tatemado.

Será herencia de sus hijos

El negocio de la venta de elotes principalm­ente, lo atienden junto con su esposo, sus cuatro hijos, su yerno y tres de sus nietos, a quienes dice, les dejará su lugar al día que falten ella o su esposo, pues para ellos han trabajado durante cincuenta años.

Su esposo, por coincidenc­ias de la vida también se llama Raymundo, y fue quien inició con la venta de los elotes tatemados, como la alternativ­a más viable de sacar adelante a su familia, y fue él quien le ha enseñado a sus hijos, este proceso de cocción que hasta la fecha, sigue colocándos­e en el gusto de los visitantes.

 ?? Foto: Saúl González ??
Foto: Saúl González
 ??  ?? Venta de elotes tatemados a las afueras del Parque Nacional Raymundo.
Venta de elotes tatemados a las afueras del Parque Nacional Raymundo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico