La música es el corazón de Cuba: Manolito Simonet
Director del grupo Trabuco, hace convivir con su estilo géneros como la guaracha, el bolero, el chachachá, el danzón y la timba
Con 15 años de existencia, Manolito Simonet y su Trabuco recurren a la música cubana tradicional y las armonías contemporáneas para hacer convivir géneros como la guaracha, el bolero, el chachachá, el danzón y la timba. Con su espectáculo Estosepone caliente, la agrupación habanera se presentará por primera vez en México el 13 de abril a las 21:00 en el Teatro Metropólitan.
La música tradicional cubana goza de muy buena salud, afirma Simonet en entrevista telefónica con MILENIO: “Se escucha en los centros nocturnos, en las casas de música y en otros lugares. Hay sesiones en la tarde que en Cuba llamamos matinés, donde tocan una o dos orquestas. Esto es hasta las nueve de la noche y después, a las once, empieza el concierto con otra orquesta y un espectáculo. Esto es de lunes a lunes, todos los días. Los lugares para bailar música popular se mantienen totalmente llenos”.
Es música que no tiene nada que ver con el reguetón, que también es muy popular en Cuba, agrega el pianista: “El público se reparte para todos los géneros, es muy versátil. Pero la música popular está en muy buen momento: tenemos orquestas muy populares con una convocatoria muy alta. Es la música que identifica a Cuba”.
Compositor, arreglista y pianista, Manuel Perfecto Simonet Pérez —su nombre completo— es un músico autodidacta que inició su carrera a los 15 años; bebió de diferentes estilos para crear el suyo. Con ocho discos en su cuenta, la orquesta comenzó a lograr mayor reconocimiento a partir de LocospormiHabana, grabado en 2004. Su trabajo ha sido reconocido por la EGREM y el Festival Internacional Cubadisco, además de que Locos pormiHabana fue el álbum cubano más vendido en el año de su edición.
El pianista recuerda que de joven “escuchaba mucho al Conjunto Rumbahavana, a la Orquesta Aragón y, más adelante, el trabajo de Juan Formell. Yo tengo una mezcla de todas esas cosas, porque era la música que oía siempre. Pero también escuchaba mucha música extranjera. De la mexicana me gustaba mucho un cantante muy famoso, Marco Antonio Muñiz. Óscar de León, Rubén Blades y muchos otros también influyeron muchísimo en mí, pues aunque la salsa es una ramificación de los ritmos cubanos, le aportó mucho a nuestra música”. Al ser una música gozosa, uno tiende a olvidar las dificultades que implica tocar tantos géneros. ¿Qué exiges a tus músicos? La música cubana tiene sus complicaciones al estar fusionada “Los integrantes están graduados, son músicos formidables que pueden tocar cualquier cosa” con el jazz, por ejemplo, sobre todo en la sección de los metales, cuyos movimientos a veces son muy dinámicos y muy rápidos. Para eso hace falta preparación. Afortunadamente, en Cuba hay muchas escuelas de arte y los músicos se preparan, lo que les permite hacer cualquier tipo de género. Hay orquestas que están tocando salsa y luego hacen jazz, pero también pueden hacer pop. En mi orquesta todo mundo es graduado, son músicos formidables que pueden tocar cualquier género, siempre y cuando colaboremos, porque no nos gusta estar improvisando en el escenario, salvo lo que permite el concierto en materia de improvisación”. “Locos por mi Habana” recuerda en su letra el furor de Guillermo Cabrera Infante por esa ciudad “donde nunca se duerme,/ donde se une la noche con el día,/ donde se baila hasta que amanece”. ¿Cómo surgió el tema? Las orquestas le cantan mucho a Cuba, pero sobre todo a La Habana. Yo soy de Camagüey, pero siempre quise escribir un tema para la capital pues aquí formé mi orquesta. La ciudad me acogió con mucho cariño. Aquí sienten la orquesta como suya; entonces hice este tema como una forma de agradecimiento. Hasta la fecha no podemos dejar de tocar “Locos por mi Habana” cada vez que nos presentamos. ¿Qué es la música para Cuba? La música es su corazón: no podría vivir sin ella. A través de ella ha logrado trascender al mundo entero desde la época de Miguel Matamoros —es decir, desde principios del siglo pasado Cuba ha exportado su música por el mundo y la ha fusionado. Es un país muy musical.