Milenio Laguna

Campaña para la elección federal arrancaba en Chihuahua

Actividade­s proselitis­tas, en el Club Político Abraham-González; estuvieron ahí los Generales Álvaro Obregón y Pablo González

- Cecilia Rojas

Obregón empezó a hablar de sus bregas en la Revolución y le fue bien, hasta que empezó a paletear. A González también le fue mal y los dos fueron rechazados.

Entre los peores crímenes que se podían cometer estaban aquellos en perjurio del honor. Un cabecilla villista apodado “El Caporal”, atacó en Parral, Chihuahua, a un agricultor que iba en carro con sus dos hermanas, señoritas, y un sobrinito.

Jesús María Soto el agricultor, fue asesinado por la partida de malandros de “El Caporal”. El menor resultó lesionado. Las señoritas fueron raptadas, y la suerte de su virtud estaba casi perdida. También se llevaron el dinero que traían consigo sus víctimas.

A propósito de Pancho Villa, doña Luz Corral, su esposa, bueno, una de sus esposas porque don Pancho era muy volado, dio a conocer que tenía planes de irse a vivir a España, y comenzó a vender las propiedade­s que tenía en Parral.

Agitadores en Torreón se aventaban unos discursos bolcheviqu­es ante obreros y campesinos, convencién­dolos casi de que les hicieran seguimient­o en labores disolvente­s y de que ya casi les tenían listas las tierras prometidas. Al final les pedían una cooperacha de 25 o 50 centavos para gastos de documentos. Ah raza. Y compartimo­s otro de los apodos del alcalde Eduardo Guerra: “Káiser de Zacate”.

Washington tenía pendiente ver cuáles eran las prioridade­s en Europa y fue designado para tal fin el General Bliss. Y la prioridad era la comida, según dio a conocer a su regreso a Washington. Urgía un lugar de almacenami­ento y distribuci­ón. Y se quería incluir también a Alemania.

Y que si en Rusia hubiera vestimenta, alimento y fuego en el hogar, el bolchevism­o no existiría. La cosa era que el bolchevism­o a punta de armas, batallas y sus tropas, iba ganando terreno en la antigua Rusia imperial zarista.

Los Estados Unidos habían pedido a Santa Claus, que le concediera al gobierno federal más elementos para resguardar la frontera y poder así combatir el contraband­o de alcohol desde México. Los gringos de a pie seguro pedían que el contraband­o fuera efectivo y poder tener de perdido una caguama al terminar la jornada.

Muy a propósito de Rusia y EU, en Nueva York una señora rusa, esposa de uno de los que fueron deportados por revoltosos, armó un tremendo motín rojo en el puerto. No las hagan enojar porque son bravas las rusas. Los policías no podían controlar el escándalo. Quién sabe qué tan contento habrá ido el marido en el barco.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico