Tres D: discapacidad, diversidad y dinero
Una lección básica de educación financiera es: para comprar, hay que generar; para generar, hay que trabajar. Ese mal necesario para millones es un derecho inexistente para las personas con discapacidad. En México son casi 8 millones, y de los mayores de 15 años, solo 39 por ciento es económicamente activo,
según El derecho al trabajo de las personas con discapacidad, elemento necesario para su efectiva
inclusión social, de Mariana Díaz Figueroa, publicado por Impunidad Cero.
“Estudié derecho y quería practicarlo, pero las barreras actitudinales no me lo permitían. Los empleos para personas con discapacidad son de bajo nivel, pocos ingresos y estereotipados”, me dijo Mariana. En la lucha por su derecho a trabajar, litigó el primer caso de discriminación en el empleo ante la SCJN y ganó. Hoy es académica de la UNAM y cofundadora de Transversal, una asociación por los derechos de las personas con discapacidad.
La brecha salarial de las personas con discapacidad es de 33.5 por ciento, pero su carga económica es mayor. La mitad de su ingreso va a gastos adicionales cotidianos, una silla de ruedas, o ayuda técnica o personal. Por eso “están representadas entre la población más pobre”, señaló Mariana.
En el mundo, la poca inclusión en el mercado laboral resulta en pérdidas de entre 3 y 7 por ciento del PIB, según la OIT. Para revertir el dato hay que cambiar un chip muy integrado. “Crecimos con el enfoque asistencialista”, me comentó Mariana, pero debemos entender que “la discapacidad está compuesta por dos aspectos: la situación particular de la persona, y las barreras sociales, físicas y actitudinales del entorno”. Una visión asistencialista que aporta cierta inclusión son los incentivos fiscales por contratar personas con discapacidad en México, así como la deducibilidad de adecuar los espacios físicos de una oficina.
Una persona con discapacidad tiene en promedio cuatro que le apoyan. Entonces, uno de cada cuatro mexicanos tenemos cerca a uno con discapacidad. ¿Qué sociedad somos si no entendemos que la diversidad, sobre todo en la empresa, permite ventajas competitivas?