Encarnación Vázquez, un arte vocal didáctico
La mezzosprano se presentará en Bellas Artes; considera que la ópera y la magia en este montaje constituyen “una invitación a escuchar buena música”
Viridiana Contreras/
La New York City Opera y la Opera Metz, de Francia, son algunos de los escenarios más representativos donde se ha presentado la mezzosoprano mexicana Encarnación Vázquez; sin embargo, la cantante también deleita con su voz en los teatros mexicanos, tal como lo hizo el pasado 10 abril en la puesta en escena Canitaconoce aCoquín, en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, de la Unidad Zacatenco del IPN. El espectáculo infantil regresa mañana a la sala principal del Palacio de Bellas Artes: “Es muy importante porque estamos celebrando llevar el espectáculo por todo el país. Hemos recorrido la República durante 11 años y hemos estado en diversos teatros donde ha sido bien recibido. Nos da una enorme satisfacción ver al público salir siempre con una sonrisa”, explicó la cantante a MILENIO.
En Ca ni taco no ceaCoquín, cuenta la mezzosoprano, un hombre- clown (Coquín) se dedica a limpiar un teatro, pero se encuentra con que ya hay público que llegó muy temprano, por lo que en menos de tres segundos regresa vestido como músico de concierto. Poco después, una cantante que está vocalizando —aún en bata porque se está preparando—, es la siguiente imagen en escena. Ahí comienza la aventura de ambos personajes. “A los niños se les explica en ese momento lo que es vocalizar —calentar la voz—, porque los cantantes de ópera no usan micrófono. Se les explica las diferentes tesituras de los intérpretes: sopranos, mezzosopranos y contraltos, tenores, barítonos y bajos. Los ponemos a vocalizar y cantar y, entre cada aria de la ópera, el clown va narrando de qué se trata la siguiente pieza: Coquín explica y Canita va ejemplificando con la voz”, detalló.
El arte vocal, la ópera y la magia son elementos implícitos en la obra, ya que “Coquín hace magia durante el concierto: transporta al público hacia el mundo del bel canto de una manera sutil y divertida”.
Jorge Cervantes (Coquín), Francisco Méndez Padilla (guionista y productor) y Vázquez hicieron la selección de las piezas musicales; el resultado: obras de Mozart, de ElbarberodeSevilla y de Carmen. “Incluimos también música vocal de compositores como Silvestre Revueltas y Manuel M. Ponce. Los niños escuchan un concierto con una cantante de ópera y, al mismo tiempo, eso les pasa desapercibido y se les quita la idea de que es aburrido o que es difícil”.
El concierto didáctico tendrá la música de Cri-Cri, quien “es uno de los grandes compositores, y no podía faltar una muestra de su obra. Esto completa el repertorio del espectáculo, lo que hace un programa atractivo para los niños. Finalmente, escuchan a la cantante de ópera en una variedad de música que los invita a acercarse a los teatros donde se hace ópera, como el 21 de abril a las 12:00 en la sala principal del Palacio de Bellas Artes, con costos tan accesibles que van de los 40 hasta los 90 pesos”.
Oportunidad de escuchar
Para Vázquez, el público infantil es el más exigente porque si algo no le gusta inmediatamente lo demuestra. La ópera ayuda al niño a no tener miedo, a experimentar con la voz los sonidos que puede lograr un cantante de ópera con el tiempo y la disciplina, y por ello es un concierto que representa un trabajo de mucho nivel y de calidad vocal e interpretativa.
Sobre la música a la que actualmente tienen acceso los infantes, Vázquez apunta que “los niños ahorita son una generación que tiene la oportunidad de escuchar una gran variedad de música, así que hay una responsabilidad muy grande de los adultos que los rodean. Hay que darles la oportunidad a los menores de escuchar música nueva; precisamente por eso invitamos a toda la familia a oír de la buena. En términos generales, en la vida solo hay buena y mala, y no precisamente tiene que ser clásica”.
Agrega: “La responsabilidad es de quien forma a un niño, pero también la hay de artistas e instituciones de brindar este tipo de espectáculos. El alimento espiritual y de salud emocional se lleva con la música, ya que un niño es una página en blanco en la que hay que dibujar de manera armónica. “El arte, para mí, es una oportunidad de salvación de la sociedad. Cuando el niño está en desarrollo es una obligación de la sociedad brindarle los elementos y los proyectos educativos que le permita desenvolverse como un ser humano completo, y el arte es muy importante porque le permite alejarse de los aspectos agresivos de la sociedad, de esta parte negativa que tenemos los seres humanos y que el arte contrarresta”, concluyó.