EU no estaba de acuerdo en que Carranza legislara sobre el petróleo
Esperaban un arreglo satisfactorio que más bien querían fuera obligatorio y favorable a sus intereses y propiedades adquiridas legítimamente
Estados Unidos se mostraba intransigente respecto a la cuestión petrolera planteada en la Constitución de 1917. El Departamento de Estado manifestó no estar de acuerdo con que el presidente Carranza legislara libremente sobre ese tema, con el miedo de que los afectaran.
Esperaban un arreglo satisfactorio que más bien querían fuera obligatorio y favorable a sus intereses y propiedades adquiridas legítimamente. Había un problema con eso, por que las compañías petroleras que explotaban el crudo mexicano eran no solo gringas, sino también británicas, francesas, holandesas y belgas. Pero eso les daba lo mismo a los gringos.
Querían aprovechar que acababan de terminar las sesiones del Congreso mexicano sin haber tocado el tema a fondo, pues solo fue aprobado en lo general el proyecto que Carranza presentó y eso dejaba al presidente en la mira perfecta de que lo anduvieran acosando.
Eso sí, los yanquis querían nada más justicia, pero entonces ya tenían todo torcido ese concepto, al menos respecto a cualquier punto fuera de ahí, e incluso ahí, con los negros por ejemplo. El Embajador Bonillas declaró que México nunca había impedido la explotación petrolífera a los que ya estaban aquí con sus máquinas para llevarse nuestros tesoros.
Por decir algo, se aprobó en la Asamblea Panameña, de gran influencia gringa, erogar 15 mil dólares para levantar una estatua a los franceses que fueron llevados por EU para comenzar la construcción del polémico Canal de Panamá. Quesque en gesto de amistad con Francia.
Los británicos muy apurados por que fue capturado por bolcheviques el puerto de Krasnevolsk, lo que abría prácticamente el paso de los combatientes a Afganistán a través del norte prusiano. El general ruso Denikine no tuvo oportunidad de cumplir su cometido.
Veracruz seguía enviando información horrenda sobre los hechos recientes. Se contaban más de cien poblaciones derruidas, más de siete mil cuerpos debajo de los escombros que no podían ser sacados y se convertían en un riesgo sanitario. La guarnición les pidió a los rebeldes que se aplacaran al menos mientras auxiliaban a la mayor cantidad de personas.
Acá en la región cada vez más personas hacían sus colectas para enviar a los veracruzanos. Entre estos un grupo de industriales laguneros que reunieron mil 250 pesos, los de la Cámara de Comercio que comenzaron su colecta y hasta los artistas de la Familia Bell, que mandaron mil pesos. Se organizó una corrida de toros para juntar dinero, y bueno, aquí la gente siempre es generosa.