Anavel Fernández Martínez, candidata

A la diputación Federal del Distrito 02 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), dice que el estudio, trabajo y esfuerzo son los valores que aprendió y adquirió de su padre para ser la base de su día a día

lucionario y por su fundación. Los que cometemos los errores somos las personas, a quien nos dan la oportunidad y le fallamos a la gente. Que hay un desgaste, lo hay, pero no sólo hablo del PRI, sino de todo el sistema político mexicano pues la gente es más analítica de cada perfil y nos toca darle a esas personas un prestigio a la institución a la que pertenezcamos. El PRI cuenta con una estructura muy sólida y es histórica porque tiene sectores, organizaciones adherentes y filiales, cosas que en otro partido no se ve. En cuestión de equidad de género, ¿cómo ha visto Anavel Fernández la presencia de las mujeres en la política mexicana? Podemos hablar de una lucha de las mujeres que desde la revolución mexicana, en su mayoría quedó en el anonimato, que buscaban ya una igualdad y equidad de género. Luego vino el derecho al voto femenino, a votar y ser votada, hasta llegar el 2013 donde se implementó por ley que el 50 por ciento de los peldaños a cargos de elección popular fueran para mujeres lo cual para mí representó uno de los más grandes avances en tema de género en la política. Hoy el reto es que la mujer apoye a la mujer misma pues hay techos de cristal que aún no se han podido romper, pero deben saber que es agarradas de la mano como podemos avanzar. ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción en el mundo de la política? Poder servir. Cuando estás en un cargo ya sea administrativo o de elección popular y que te toque estar detrás del escritorio y tener a la gente frente a ti, es la oportunidad de servir como a uno le gustaría que lo atendieran y escucharan. Para poder servir a veces hay que tener más que voluntad aunque sean trámites o cuestiones sencillas, causa una gran satisfacción poder ayudar, ver la cara de la gente y que reconozcan tu trabajo, sin embargo no podemos evitar los reclamos pero no hay recurso que alcance para cubrir todas las necesidades de la población, en cambio hay otras maneras de poder ayudar, apoyar y orientar.