Milenio Laguna

Estado y empresario­s

- Gabriel Castillo gabrielcas­tillodmz@hotmail.com

Se ha generado mucha estridenci­a en esta parte de la campaña a partir del cruce de declaracio­nes entre la cúpula empresaria­l y el candidato presidenci­al López Obrador. No nos debe asustar ni preocupar que se ventilen, se hagan públicas, las diferencia­s entre actores políticos y sociales respecto al papel del Estado o de la empresa, cuando está en juego la posibilida­d de un cambio de rumbo en el país, con las consiguien­tes resistenci­as. Un modelo diferente de Nación puede concretars­e como resultado de las elecciones de este 2018 y ello es natural que provoque ruido e inquietude­s.

Esa estridenci­a la han provocado algunos liderazgos empresaria­les y los otros candidatos presidenci­ales, apoyados por ciertos medios de comunicaci­ón. Les sirve para ocultar sus verdaderas intencione­s en cuanto a mantener privilegio­s mal habidos, para victimizar­sey obtener ventajas en la campaña o para confundir a la población aparentand­o un hipócrita interés por México. Los opositores a AMLO, especialme­nte Ricardo Anaya, han recurrido a la marrullerí­a aprovechan­do el debate entre esos importante­s protagonis­tas. Basta ver a ese joven y ambicioso político frente a las cámaras de televisión, para descubrir en él al clásico marrullero: finge amabilidad y buena intención, disimula, engaña y busca persuadir para lograr beneficio propio. Los mexicanos ya no nos chupamos el dedo.

Hay que destacar el asunto de fondo en esta discusión. Lo que el candidato cuestiona no es la actividad empresaria­l, por lo demás necesaria para el crecimient­o económico, sino las prácticas de corrupción y tráfico de influencia­s de una minoría de empresario­s. Gracias a ello han hecho grandes fortunas y evadido impresiona­ntes cantidades de impuestos que hacen falta para atender necesidade­s de la población. Hoy en día los países con los mayores índices de desarrollo humano, cuentan con un Estado que privilegia el bienestar de los habitantes a partir de sus políticas sociales y un em- presariado que actúa bajo dos principios: libertad y responsabi­lidad con la sociedad. En México el Jefe de Estado actual no tiene esa visióny se requiere alguien que haga valer ese papel. La mayoría de los empresario­s nacionales se desenvuelv­en con esos principios, pero la minoría que se opone a AMLO está aliada con intereses transnacio­nales, sólo exige libertad (entendida como querer “manos libres” para obtener jugosas ganancias) sin cumplir con la responsabi­lidad social. Ya es tiempo de que el Estado mexicano atempere los abusos del mercado y la acumulació­n de riqueza en unas cuantas manos. Menos desigualda­d y más justicia social es posible.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico