Maíz versus hortalizas: la otra pelea del TLC
No es ninguna novedad que tenemos aliados del otro lado de la frontera para avanzar en una nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Unos son los grandes productores del corn
belt, los agricultores que exportan granos a su principal cliente mundial, México. Solo en 2016 nos vendieron 4 mil 100 mdd en maíz y soya.
De ese lado del ring, los técnicos pro-TLC son los agricultores de Iowa, Illinois, Indiana, Nebraska, Kansas, Minnesota, Dakota, Ohio y Kentucky.
¿Por qué lo defienden? Porque somos destino de 25 por ciento de las exportaciones agropecuarias, porque este sector multiplicó por siete sus envíos a México desde 1994 y porque genera 25 mil empleos directos en esta zona. “Por cada dólar que exportamos a México, se generan 1.27 dólares en actividades comerciales”, afirma la National Corn Growers Association.
Pero no todo el campo estadunidense está de acuerdo con el TLC.
“En 1996, en 2006 y ahora, algunos estados exigen que se regule de manera diferenciada una canasta de 60 productos estacionales, básicamente frutas y hortalizas, en las que México es superavitario y muy competitivo”, explica Francisco de Rozensweig, socio de White & Case y asesor del Consejo Nacional Agropecuario. Se trata de una lista de productos perecederos —con caducidad promedio de 8 semanas— y en las que México no ha querido ceder nunca. “En las otras oportunidades, la OMC ya se había manifestado en contra tanto por su inconsistencia como por afectar al libre comercio”, abunda.
Entre esos productos que ellos exigen que tengan aranceles preferentes están el aguacate, los jitomates, las berries, la sandía, la papaya, los cítricos y hortalizas que suman exportaciones anuales mexicanas por 12 mil 500 mdd. “En buena parte, fue esta canasta lo que nos permitió ser superavitarios en más de 2 mil mdd en el sector agroalimentario desde 2006”, dice De Rozensweig.
Es que del otro lado del ring, los rudos anti-TLC son los productores del sureste de EU (sobre todo Florida) que acusan a México de dumping en algunos de estos productos, como el jitomate (¿sabía que hoy 1 de cada 2 jitomates que se consumen en EU son mexicanos?).
La semana pasada, los senadores floridanos Marco Rubio y Bill Nelson enviaron una carta al Senado diciendo que “sin duda el TLCAN ha expandido las exportaciones agrícolas de EU, y ese es un gran resultado para los agricultores estadunidenses, pero nuestras exportaciones han tenido éxito a expensas de los agricultores de Florida que han sido socavados sistemáticamente en el país por los subsidios agrícolas mexicanos, los bajos estándares laborales y el
dumping estacional”. Hoy reinicia otra semana de negociaciones en Washington, donde no solo ahora estarán en la mesa el tema automotriz o la resolución de controversias, sino también un auténtico guacamole madeinMexico.