Lo que debe hacer y nunca debe hacer un periodista…
Mi abuelo, Manuel, fue periodista. Fue cofundador de Excélsior y murió en 1968 siendo director general de ese diario.
Mi padre, también de nombre Manuel, igual fue periodista. Fue subdirector general de Excélsior hasta el golpe de 1974, patrocinado por el entonces presidente Luis Echeverría y perpetrado por el traidor Regino Díaz Redondo. Luego fue fundador y director general del unomásuno, aquel extraordinario periódico, parteaguas en el periodismo mexicano, hasta 1989, cuando otro golpe, éste patrocinado por Carlos Salinas y perpetrado por un traidor cuyo nombre de sepulturero no recuerdo, provocó la extinción del diario y el exilio paterno.
En 1982, a los 18 años, decidí que también quería ser periodista. Un año después empecé a reportear. ¿Qué me inculcaron que nunca debemos hacer los periodistas? 1. Mentir. 2. Calumniar. 3. Difamar. 4. Ocultar información. 5. Dar información incompleta y, por tanto, distorsionar los hechos. 6. Tergiversar información. 7. Recibir embutes, chayos, dinero ajeno a nuestra empresa periodística. 8. Servir a algún poder. 9. Ser vocero de algún gobierno. 10. Ser activista de algún movimiento social: pierdes el equilibrio, dejas de ser periodista.
11. Tener amigos políticos. Salvo excepciones, los funcionarios no son tus amigos, son personas con intereses de comunicación, sean oficialistas u opositores. ¿Qué me inculcaron que sí debemos hacer? 12. Saber contestar el teléfono (y ahora el WhatsApp). Cuando te presionan por teléfono o mensaje para que publiques algo, debes decir NO. Si dices una vez que sí, salvo que sea de interés periodístico, ya te jodiste: te pedirán de favor lo mismo una y otra vez.
13. Saber decir NO. Cada vez que te pidan que no publiques o transmitas algo, debes decir NO, salvo que sea de interés periodístico completar la información. Si aceptas una vez, ya te jodiste, porque te pedirán lo mismo una y otra vez.
Los periodistas no somos el cuarto poder, tampoco comité de salud pública. Eso es fascismo. Acaso tenemos influencia, a veces, para que cambien algunas cosas. Si quieres poder, vete de jefe de prensa o de director de Comunicación Social. Esos tienen poder.
Si simulas y sirves a algún gobierno o poder siendo periodista, no eres periodista: eres otro funcionario corrupto.
Ah, y me inculcaron que no debemos incitar a la violencia ni hacer apología del delito.
Para los ultras de estos días, por si ocupan…