Chocan los empresarios con AMLO
Si 1994 fue un año terrible para la vida pública de México, este año puede escalar niveles peligrosos si los actores políticos no moderan el tono del debate rumbo a las elecciones del 1 de julio. En aquél año los mexicanos vivimos el surgimiento del Ejercito Zapatista en Chiapas, el asesinato de Luis Donaldo Colosio y de José Francisco Ruiz Massieu, la crisis del peso y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte.
El Consejo Mexicano de Negocios publicó un duro desplegado contra el candidato presidencial de Morena que tituló “Así no” luego de que aquél había dicho que los empresarios Alberto Baillares, Eduardo Tricio, Claudio X. González y Alejandro Ramírez, urdieron un plan para que José Antonio Meade declinase en favor de Ricardo Anaya, el aspirante con más posibilidades de imponerse a López Obrador.
En tono enérgico condenaron “que un candidato a la presidencia de la República recurra a ataques personales y a descalificaciones infundadas” y advirtieron: “Es preocupante que alguien que aspira a ser Presidente de México denoste a quienes no comparten sus ideas…exigimos respeto... La confianza se cultiva. No se dicta ni se obliga. No es denigrando ni calumniando como se establece y fortalece una relación constructiva y de confianza con el sector productivo y empresarial de México”.
La respuesta de AMLO fue virulenta y colérica: “Estos empresarios se sienten dueños del país. Tienen confiscadas a las instituciones. Es una minoría rapaz, un pequeño grupo que hace y deshace. Le han hecho mucho daño al país, porque ellos son responsables de la tragedia nacional. No quieren que haya un cambio de régimen, han impedido que haya democracia en el país y han colaborado en fraudes electorales”.
Seamos claros, este es el verdadero López Obrador que se siente dueño absoluto de la verdad, un hombre autoritario que ataca a todo aquél que piensa diferente a él. Hoy son los empresarios, mañana serán los periodistas, los legisladores, los mexicanos que no estén con él.