Ejército se deslinda de represión en Nicaragua
La policía causó disturbios e incendios cerca de Managua, acusan inconformes
El ejército de Nicaragua aseguró ayer que no se involucrará en actos de represión contra civiles que desde el mes pasado protestan contra el gobierno de Daniel Ortega, mientras los disturbios violentos se recrudecieron en las últimas horas en distintas ciudades del país centroamericano. “No hay un solo soldado involucrado en hechos de represión”, aseguró a la agencia alemana DPA el portavoz militar, coronel Manuel Guevara. Agregó que en este periodo de agitación social, el papel del ejército ha sido “resguardar objetivos vitales para el funcionamiento del país”.
El ejército continuará “estrictamente apegado” a las normas establecidas en la Constitución de la República, afi rmó Guevara. “Creemos que el diálogo es la solución” a este conflicto, añadió.
Las protestas iniciaron el mes pasado con una manifestación de estudiantes contra una reforma al Seguro Social que aumentaba los aportes de trabajadores y empresarios, pero se extendieron debido a la violenta acción de la policía y de fuerzas de choque del gobierno contra civiles.
Los más recientes enfrentamientos entre manifestantes opositores y activistas sandinistas ocurrieron la noche (local) del viernes en Matagalpa (norte), Chinandega y León (occidente) y continuaronayer en la vecina ciudad de Masaya, a 25 kilómetros de la capital.
Testigos dijeron que en medio de una gran tensión, desconocidos incendiaron el emblemático mercado de artesanías de Masaya uno de los sitios turísticos coloniales más concurridos de la ciudad. Álvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, no gubernamental) dijo al canal 15 de la televisión local que tres policías fueron retenidos por pobladores civiles de Masaya, que los señalan como presuntos responsables del incendio.
En las calles del barrio indígena de Monimbó, ubicado también en Masaya y considerado un símbolo de la lucha insurreccional contra la dictadura de Anastasio Somoza, los choques entre manifestantes y policías antimotines se prolongaron durante horas.
Los uniformados lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma para desalojar a los pobla- dores, que se resistían lanzado piedras y morteros (bombas de fabricación casera).
El portal gubernamental El 19 responsabilizó de los sucesos en el interior del país a “grupos vandálicos” y “manifestantes violentos”.
Sin embargo, Víctor Cuadras, líder del Movimiento Universitario 19 de Abril (M19A) señaló a policías y activistas del gobierno de haber “reprimido salvajemente” a manifestantes civiles.
Los líderes del El M19A, junto a representantes del sector privado y de la sociedad civil, anunciaron el viernes estar listos para dialogar e instaron al gobierno que invite a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA para que investigue las muertes ocurridas durante las protestas.
Minutos después, el cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal y que mediará en el diálogo, dio al gobierno un plazo hasta el mediodía de mañana para que gire invitación a la CIDH.
Al dar a conocer la casi inmediata respuesta de Ortega, la vicepresidenta Rosario Murillo respondió que desean el diálogo aunque no hizo mención a la demanda de presencia de la CIDH.
El protocolo internacional de la comisión de la OEA (Organización de Estados Americanos) establece que la comisión solo puede ingresar a un país con una invitación oficial previa. La comisionada Antonia Urrejola reiteró anoche al gobierno de Ortega la solicitud de ingreso a Nicaragua.
En tanto, la ANPDH informó que un estudiante que había sido herido de bala el pasado 20 de abril murió este sábado. El joven fue dado de alta de un hospital en Estelí (norte) pese a que ameritaba continuar la atención médica, declaró el director de la entidad, Álvaro Leiva.
La ANPDH contabiliza 54 muertes en los sucesos de violencia registrados desde abril, mientras las autoridades solo reconocen 13 fallecidos.