En el Museo Arocena “La vida inmóvil, naturalezas muertas”
Las piezas reflejan lo perecedero, la carne se pudre y las cosas que desaparecen
CLilia Ovalle/ on una enseñanza moral al estilo flamenco y de los países bajos del norte, donde la reflexión se vuelca en lo efímero y el paso del tiempo; donde todo sufre deterioro y el ser humano no es nada, la exposición “La vida inmóvil, naturalezas muertas”, compuesta de bodegones al óleo, así como por la fotografía de Tina Modotti, se encuentra en la sala de exposiciones temporales del Museo Arocena.
Fuera del ámbito católico y su rigor, toda la vida que escapa a la mirada y al conocimiento maravilló a los pintores quienes descubrieron la vida microcósmica, que es lo que se resalta en esta exposición temporal, proveniente de la colección del Museo Nacional de Arte.
Sara Gabriela Baz, coordinadora de la exhibición del MUNAL, detalló en recorrido que las piezas reflejan lo perecedero, la carne se pudre y las cosas que desaparecen, observando diversos géneros de objetos que se representan en las obras, que no necesariamente refieren alimentos, sino también los instrumentos del pintor, cacerolas, música y texturas de partituras Exposición temporal en el Museo Arocena. y gustos.
En ese sentido explicó que todo queda en el espacio plástico, que simbólicamente puede compartirse con productos que, aunque no son perecederos, tampoco son permanentes en la vida humana. Como metáfora del tiempo, el hombre muere y sus pertenencias y objetos más valiosos se quedan en el desamparo.
“Hay una tradición abiertamente flamenca o del norte de Europa, es decir, fondos muy oscuros, muy neutros, son evidentes las mesas, rudas, muy toscas, en donde se depositan estos productos de la casa y puede haber, las van a encontrar, naturalezas muertas como de carne y productos de caza, mayor o menor, con aves o jabalíes. “Generalmente en las naturalezas flamencas y holandesas van a encontrar por ejemplo gatos o perros acechando o tratando de echarle el diente a algunos de esos productos, pero también hay otras versiones, muchísimo más sencillas dentro de la misma tradición del norte de Europa”.