Comandante de Policía de Torreón era enviado a las Islas Marías
A Pedro López Cepeda alias “La Traviata”, lo detuvieron por instrucción del Jefe de las Operaciones Militares en La Laguna, por que este comandante era un consumado ladrón
Escándalo en Torreón, por que el Primer Comandante de la Policía local fue enviado nada más y nada menos que a las Islas Marías, nombre trágico que era sinónimo de malandrez. El imputado era Pedro López Cepeda alias “La Traviata”, por que entonces hasta los apodos eran muy elegantes.
A “La Traviata” lo detuvieron por instrucción del Jefe de las Operaciones Militares en La Laguna, por que este comandante era un consumado ladrón que atacaba a las víctimas en la calle, y a los que caían en las celdas de la ergástula hasta los dejaba sin ropa. También era guarura del presidente Guerra, por lo que gozó mucho tiempo de impunidad.
Seguía la epidemia de gripa y en Torreón se esperaba la llegada de la compañía María Caballé- Bonoris, que se iba a presentar en el Princesa. Pero todo el elenco estaba con la gripa y se tuvieron que quedar a convalecer en Chihuahua. Ya se avisaría con tiempo cuando estuvieran en disposición de llegar a la ciudad.
Al mercado Alianza llegaban carros cargados con fruta pero que ya estaba podrida y así la vendían, por que los mercaderes tras una plática con los inspectores de salubridad, con un apretón de mano de tres aztecas, lograban que esos buenos hombres que cuidaban la salud de la ciudad, hicieran la vista gorda.
Fue abatido en Guerrero el rebelde Jesús H. Salgado, que fue de los primeros en sumarse a la Revolución en 1910, de la mano del llamado “Atila del Sur”, Emiliano Zapata hoy considerado héroe. Con esta muerte se creía que finalmente podría pacificarse ese estado.
De visita en México estaba el príncipe Guillermo de Suecia, en viaje de investigaciones científicas, y andaba por ahí por Cozumel. Se esperaba que en algún momento dado visitara la capital, y ya muchos andaban listos para recibirlo con pompa y circunstancia.
La prensa de Nueva York atacaba al senador Fall, augurando que sus malévolos planes para invadir México a través de una campaña de desprestigio que llevaba a cabo con su sub comité de investigación, iban a fracasar rotúndamente. Y eso que le hizo mucho la lucha.
El carnaval en Barcelona se puso feo. Obreros fueron acusados de plantar al menos doce bombas incendiarias al paso de la procesión, e incluso lazaron a las señoras resultando al menos 90 de ellas lesionadas. Los presuntos responsables fueron encarcelados, y agüitaron la fiesta.
Además de la requisición de numerosos alemanes para juicio, se pedía la cabeza del mariscal Von Hindemburg por parte de los aliados, por que decían que el mariscal había dicho que: “La guerra más cruel es la más humana, por que es la que conduce a una solución más rápida”. También era acusado de haber secuestrado a muchas muchachas francesas para dar servicio a las tropas germanas.
De la pluma de Manrique de Lara un cuento llamado “Los Gajes del Oficio”. Contaba el matrimonio del doctor Laxante y Julia, que esperaban al primer hijo y la señora estaba asqueada siempre de la comida. El médico salió un buen día a su trabajo y la cocinera llegó a informarle a la señora que el carnicero había mandado un hígado y que cómo lo guisaba.
Como la señora no quería meterse en cosas de comida, le dijo que como ella quisiera, y Morgiana, la cocinera, lo metió al horno y lo sirvió con salsa tártara. Llegó el doctor hablando de una complicada operación que tuvo que hacer, en donde sacó un enorme tumor canceroso que tenía que examinar al microscopio y que había mandado a la casa previamente.
¿Y dónde estaba el tumor que Laxante había mandado? Nadie supo hasta que Morgiana preguntó como venía envuelto. Y descubrieron que se habían comido el tumor. Guácala.