El sistema de salud en México también está enfermo
Formaba parte de las metas de la administración de Peña, pero nunca se llevó a cabo; tenemos una nueva oportunidad, gane quien gane la Presidencia, para impulsar una mayor y mejor inversión en la materia
malabares entre los servicios de salud estatales, federales, los que correspondan a su afiliación profesional y en muchos casos, al sistema privado, para obtener la atención médica que merecen y que se subraya como un derecho constitucional. Los múltiples sistemas solo contribuyen a la duplicación del trabajo y a un uso ineficiente de los recursos.
Una reforma del sector salud formaba parte de las metas de la administración de Enrique Peña Nieto, pero nunca se llevó a cabo. Tenemos una nueva oportunidad hacia adelante —gane quien gane la elección presidencial— para impulsar una mayor y mejor inversión en salud en México como factor fundamental para el bienestar de la población y el vigor de la economía.
Lamentablemente, los candidatos a la Presidencia hasta la fecha han hecho caso omiso de los temas de salud durante la campaña. Esperamos escuchar algo al respecto en el tercer debate que viene en puerta.
El sistema de salud no es solamente fundamental para el bienestar de los mexicanos, sino también para lograr una mayor productividad que se traduzca en un mayor crecimiento económico. El papel de la sociedad civil será clave en exigir una atención médica de mayor calidad hacia adelante, enfocada en la prevención de enfermedades no transmisibles y crónicas. Hay que exigir un aumento en el gasto en salud para reducir el impacto negativo de estas enfermedades en nuestra sociedad, en nuestra economía y en nuestro desarrollo como país. Y ojalá que un día de estos, no tan lejano, dejemos de ser el “número uno en obesidad”.