Más Trumperías
Hasta que no se largue o lo corran, el cretinizado Pato Donald Trump seguirá teniendo como adversario ad hoc a México y a los demás países semejantes.
Ahora se lanzó con medidas comerciales que entrañan decisiones políticas y acordó gravar con tarifas arancelarias injustificadas y que agravian inmediatamente a mexicanos y canadienses.
Con aranceles al acero y al aluminio damnificaría la canasta básica por repercusiones. Pronto tuvo respuesta de Canadá y México. El secretario de Economía mexicano aseveró: “Buscamos analizar que no tenga impactos en la inflación y que no sean balazos en el pie”.
La réplica de los países agraviados fue precisa y así el gobierno mexicano impondrá tasas cuidadas para vigilar el impacto en cadenas productivas y no afectar la competitividad de la industria ni el consumo o la inflación. Decisión ya muy formalizada se publicará en el
Diario Oficial de la Federación en estos días y se piensa en la inclusión de más productos.
Entre las mercancías de Estados Unidos que México tasará se encuentran aceros, tubos diversos, lámparas y paletas de puerco, embutidos, manzanas, uvas, arándanos, quesos y preparaciones alimenticias.
Cuantitativamente Luis Aguirre, del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, calculó que la afectación por los aranceles entre ambos países podría ser de 2 por ciento del total del intercambio comercial.
El alarmismo y las mentiras de Trump le llevaron a afirmar, dolosamente, que estas decisiones las toma por motivos de seguridad nacional. Luis de la Calle, experto en comercio exterior, cree que el tema de imponer aranceles como al acero y al aluminio a México, Canadá y la Unión Europea son pretextados para impulsar medidas proteccionistas.
Dice el experto que esto es: “…un abuso porque a todas luces no hay emergencia de este tipo”. Sostiene que el gobierno de México ya estaba preparado para enfrentar esta aventura malosa del gobierno gringo.
Por supuesto que el lío proseguirá y se ahondará con la confrontación de la Unión Europea, Canadá y México, y se cree que puede ser el inicio del término del desorden comercial.
También se piensa que con la diversificación y con importaciones que vengan de otras naciones se puede encarar el conflicto. Las remesas palían el agravio, pues hay un alza de 17.9 por ciento anual, según el Banco de México.
La llegada de una nueva Presidencia mexicana será otro cambio relevante. Y con el PIB y el dólar al alza también habrá matices en 2018.
Seguirá el crónico conflicto entre intereses, torpezas y defensas entre mexicanos y estadunidenses.