Aranceles de Trump, riesgo al empleo en EU
MEDIDA PONE EN LA CUERDA FLOJA MILES DE PUESTOS EN ABB: DIRECTOR Plantas de la suiza, productoras de transformadores eléctricos, se verán dañadas con aumento al acero importado de Europa y Japón
Ralph Atkins Ulrich Spiesshofer, director ejecutivo de ABB, el grupo suizo de ingeniería, advirtió que miles de sus puestos de trabajo en Estados Unidos pueden estar en riesgo si el presidente Donald Trump sigue adelante con los nuevos aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio.
Spiesshofer dijo que las plantas de ABB que producen transformadores eléctricos de alta especificación pueden resultar afectadas si Washington incrementa el costo de los tipos de acero que tiene que importar de Europa y Japón. “Ese acero en específico no se produce en suficientes cantidades en Estados Unidos. De hecho, solo hay una compañía que tiene una capacidad muy limitada”, dijo Spiesshofer al FinancialTimes.
ABB tiene 4 mil empleados que fabrican transformadores y motores de uso eficiente de energía en todo EU.
Spiesshofer dijo que ABB quiere “contribuir a la prosperidad de EU”, su mercado más grande y donde emplea a más de 20 mil personas. El grupo suizo también está cerca de completar un acuerdo de 2 mil 600 millones de dólares para comprar la división de soluciones industriales de General Electric, la cual tiene un bajo desempeño.
Pero advirtió que el plan de aranceles de Trump puede ser contraproducente, “la última vez que tuvimos aranceles sobre el acero... se destruyeron los empleos, y no queremos tener eso”.
Para empresas internacionales como ABB, con cadenas globales de suministro, “es importante que tengamos acceso a materias primas adecuadas, para productos, que podamos intercambiar componentes entre diferentes continentes”.
La incertidumbre que provocó la posibilidad de guerras comerciales a escala mundial también puede afectar la inversión, dijo Spiesshofer. Con empresas que van desde redes eléctricas hasta robótica, ABB tiene una fuerte dependencia de los grandes proyectos de las empresas y los gobiernos, aunque cambió su modelo de negocios hacia contratos más orientados al servicio. “Como líder empresarial podemos lidiar con cualquier régimen regulatorio, eso está bien... pero lo que necesitamos es previsibilidad y confiabilidad porque de esa manera puedo decir ‘muy bien, sé cómo invertir, qué ubicación le doy a los empleos, cómo asigno mi capital’”, dijo Spiesshofer.
ABB tenía de gasto de capital anual mil millones de dólares y, por lo tanto, necesitaba “una mano fi rme”.
El plan de Reino Unido para salir de la Unión Europea se sumó a la incertidumbre de negocios, dijo. El industrial sueco Jacob Wallenberg, vicepresidente de ABB, dijo recientemente al FT que no va a invertir en Reino Unido hasta que se despeje la incertidumbre sobre el brexit. Pero Spiesshofer fue más prudente.