Ciego como para no ver que el Estado no puede con todo”: Dionisio Garza
de 22.4 por ciento del PIB— es esencial para sacar a México del bache económico, no ve contradicciones entre su llamado a una mayor inversión y una pausa en las licitaciones petroleras. “Lo que necesitamos es inversión, pero todo el mundo sabe que el sector petrolero es especial”, dijo.
La actual administración de Enrique Peña Nieto esperaba un crecimiento económico de 5 por ciento para el final de su mandato, impulsado por el petróleo y otras reformas, pero en 2017 el ritmo se mantuvo en 2 por ciento.
Urzúa, quien trabajó en la Secretaría de Finanzas de Ciudad de México de 2000 a 2003, cuando López Obrador era el jefe de Gobierno, dijo que es posible un crecimiento de 4 a 5 por ciento para 2024. “Si hacemos bien las cosas y si tenemos suficiente inversión pública y privada... si alguien te dice que puedes crecer 5 por ciento sin una inversión total de 25 por ciento, está mintiendo”.
López Obrador es un nacionalista de izquierda al que a menudo se le califica como populista, pero Urzúa dijo que su historial como jefe de Gobierno, cuando impulsó la infraestructura, demostró que es alguien con el que los inversionistas pueden negociar. “Se le califica de una forma un poco extraña”, dijo Urzúa. “Mi opinión personal es que es de centro-izquierda”.
Urzúa y otros miembros del equipo económico de López Obrador se reunieron con cerca de 120 fondos de inversión para tranquilizarlos y asegurarles que van a respetar la autonomía del Banco de México, se van a mantener dentro del límite constitucional de un mandato y van a mantener la libre flotación del peso.
En las últimas semanas circularon los nombres de los posibles candidatos con mayor reconocimiento internacional para la cartera de fi nanzas, en caso de que López Obrador gane y asuma la Presidencia el 1 de diciembre, pero Urzúa desestimó las especulaciones. “Voy a ser yo”, dijo.