La IED disminuye su influencia en el PIB
INVERSIÓN EXTRANJERA CRECE, PERO DE FORMA INERCIAL: ANALISTAS Inseguridad, corrupción y falta de certeza jurídica afectan su rendimiento
a inseguridad, la corrupción y la falta de certeza jurídica, además de que algunos sectores económicos no han alcanzado los resultados esperados en captación de capital foráneo, han derivado en que la inversión extranjera directa (IED) en México esté creciendo de manera lenta e inercial, de acuerdo con especialistas.
Aunque la cantidad de IED que México recibe se ha incrementado en los últimos años, como lo señala la Secretaría de Economía, pues en esta administración suma 181 mil 793 millones de dólares, cifra 52.3 por ciento mayor al mismo periodo del sexenio pasado, el valor de esas inversiones en el total de la economía del país cae o tiene menos participación.
Es decir, si se toma en cuenta como porcentaje del producto interno bruto (PIB), entre 2010 y 2016, el valor de la inversión fue en promedio de 2.5 por ciento del PIB, un descenso en comparación con el nivel de 2.9 por ciento registrado de 2000 a 2009, lo que abona menos al desempeño económico del país. “No es que la IED haya aumentado tanto, viene en ascenso poco a poco; no hay un gran cambio en el crecimiento, es casi inercial”, señaló el analista económico y financiero Luis Foncerrada Pascal.
Explicó que después de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) sí creció notablemente la inversión foránea, impulsada por Estados Unidos, pero después ha sido al ritmo del crecimiento inercial de la economía, mismo que ha sido de 2.5 por ciento en promedio anual en los últimos 30 años. “Ha pasado de 22 mil millones a 30 mil millones anuales, pero ahora como proporción del PIB no se ha incrementado tanto, porque éste también ha crecido, no mucho, pero avanza igual.”
Foncerrada consideró que hay áreas con enormes oportunidades para incrementar la inversión foránea, mismas que no se han sabido explotar, entre ellas el turismo, el transporte y la energía; ésta después de que la reforma constitucional permitió la inversión privada. “Con las playas que tenemos, se pudiera captar una inmensa IED para el turismo. También en transporte de ferrocarril, líneas aéreas, terminales marítimas y aeropuertos. Puede haber muchos ductos para hidrocarburos, pero con qué certeza jurídica entran si ahorita se está diciendo que se revisarán los contratos que ya se licitaron para la exploración y explotación de pozos”, subrayó.
Lo ideal, explicó Foncerrada, es que la inversión foránea estuviera en un nivel de 3 a 3.5 por ciento del PIB, pero hay regiones donde la inseguridad no permite el arribo de capitales; también los problemas de corrupción y de falta de garantía jurídica no abonan para mejorar los negocios.
En México, gran parte o todo el Poder Judicial es corrupto, a escala federal y estatal. Los funcionarios de los tres niveles de gobierno que piden porcentajes de la inversión a desarrollar son obstáculos. Ante la brutal corrupción en la esfera pública, “es casi heroica la inversión extranjera que tenemos”, subrayó.
En tanto, Ricardo Haneine, socio y director general de la consultora AT Kearney, dijo que, en América Latina, Brasil recibe el doble de IED que México, puesto que en promedio es de 60 mil millones de dólares anuales.
Explicó que la razón es el modelo de economía cerrada del país sudamericano, la cual obliga a las empresas a invertir de manera más importante para abastecer al mercado local, pues no se pude importar y exportar con facilidad. “En Brasil no puedo exportar, ahí tengo que estar ubicado geográficamente, así funciona para ciertos mercados, como servicios fi nancieros, algo de manufactura para el mercado local, bienes de comercio, etcétera. Si vamos a cerrar la economía y tengo un mercado interno, claramente puede seguir habiendo inversión, pero con los riesgos que se tienen”, dijo.
Para que el país mejore su atractivo como receptor de IED tendrá que proyectar la certeza de que es un país que brinda estabilidad y oportunidades de crecimiento; de que tiene instituciones similares a la de las naciones desarrolladas.
Este año México se mantuvo en el lugar 17 como país más atractivo para la inversión extranjera directa entre las 25 principales economías de América, Asia y Europa, mientras que Brasil cayó al sitio 25, pero aún así sigue recibiendo más capital, de acuerdo con el Índice de Confianza de IED 2018.
Jorge Miranda, especialista del bufete legal King & Spalding, dijo que México, a diferencia de otros países en desarrollo, la mayor parte de IED la destinada al sector manufacturero.