Con infraestructura de vanguardia, haremos de México potencia mundial
Ha llegado el momento de que como país pensemos en grande, de que reforcemos los puentes y construyamos otros mejores y modernos; se proponen seis puntos para alcanzar estas metas en beneficio de las familias
Aveces, cuando pensamos en infraestructura, imaginamos grandes obras que toman tiempo en construirse, tienen un alto costo y no necesariamente están cerca de donde vivimos. No siempre es claro el beneficio para nosotros y para nuestras familias. Pero también podemos imaginar a la infraestructura como el puente que elimina los obstáculos entre nuestras necesidades y las soluciones.
Es un puente que lleva agua a la colonia donde hay escasez, que lleva la electricidad a la comunidad que no tiene iluminación en la noche, que provee Internet a la escuela que está desconectada, que acerca alimentos al poblado de difícil acceso, que transporta a las personas a sus trabajos en menos tiempo.
La infraestructura es también un puente que trae del mundo a México bienes, servicios y oportunidades, y hace posible llevar nuestros productos a todos los países.
Ha llegado el momento de que como país pensemos en grande, de que reforcemos estos puentes y construyamos otros más grandes y modernos. No podemos esperar más para aumentar la capacidad de nuestras presas y acuaféricos. Estamos listos para construir plantas que generen energías limpias.
Tenemos lo necesario para ser el mejor lugar donde las empresas puedan producir y comerciar con infraestructura de primer nivel, gracias a nuestra privilegiada ubicación geográfica.
Es hora de que nuestros aeropuertos, puertos y carreteras terminen de modernizarse para que estén a la vanguardia internacional para recibir de cualquier lugar del mundo a más personas, bienes, servicios, negocios, inversiones y oportunidades. Y es hora de consolidar los esfuerzos en la red de telecomunicaciones para que sea capaz de soportar los servicios del futuro, que apoyarán mi visión de que México sea una sociedad basada en el talento. Vamos a lograrlo con base en seis pilares.
En primer lugar, habrá un Sistema de Planeación de Infraestructura que consolide una cartera de proyectos de mediano y largo plazo con estándares técnicos, ambientales, sociales y económicos acordes a las mejores prácticas globales. Vamos a privilegiar la construcción de infraestructura incluyente que impulse el desarrollo social y beneficie a la gente. La acerque más a mejores niveles de bienestar.
La meta es mejorar nuestra posición del lugar 51 que actualmente tenemos en competitividad mundial mediante más y mejor infraestructura de clase mundial acorde con una posición dentro de las 10 economías más importantes del mundo.
Como segundo pilar, repotenciaremos la infraestructura existente para que sea aprovechada al máximo y tenga una mayor vida útil. Transformaremos lo que hemos construido para volverlo sustentable y resiliente a efectos sísmicos y al cambio climático.
Vamos a avanzar en la reconfiguración de refinerías, en la mejora del transporte y almacenamiento de hidrocarburos, en el mantenimiento de centrales de generación y de líneas de transmisión, en la modernización de las plantas de tratamiento de aguas residuales, y en el equipamiento de hospitales y escuelas a la altura de las necesidades de nuestra población.
El tercer pilar será desarrollar infraestructura sostenible que nos lleve hacia una nueva etapa de prosperidad. Vamos a crear un Programa de Trenes de Pasajeros de Alta Velocidad para aumentar la movilidad y reducir los tiempos de tránsito de las personas, y modernizar las vías de carga que aceleren la movilidad e intercambio de mercancías entre regiones y que agilice la exportación, en especial en las zonas con menor desarrollo.
Con esto, reduciremos costos logísticos que actualmente repre- sentan casi 22 por ciento del PIB y están muy por arriba del promedio de los países de la OCDE (9 por ciento).
Consolidaré la infraestructura de telecomunicaciones y los procesos de innovación tecnológica que hagan más fácil el desarrollo de ciudades digitales inteligentes y con servicios públicos adecuados. Llevaremos Internet y banda ancha a 35 por ciento de los mexicanos que aún no cuentan con estos servicios.
En cuarto lugar, se duplicará la inversión en infraestructura y me aseguraré de que se aprovechen los recursos públicos de forma responsable en obras que generen riqueza y seguridad, eliminando vicios existentes en el ciclo integral de la obra pública.
La inversión en infraestructura cercana a 2 por ciento que actualmente tenemos es insuficiente para atender las necesidades del país. No solo el gobierno invertirá más, sino que se fomentarán más esquemas de desarrollo de infraestructura con participación de la iniciativa privada, a través de nuevas instituciones para potenciar el impulso al desarrollo de los proyectos de infraestructura. Como quinto pilar, se instrumentará una plataforma transparente de planeación, construcción y mantenimiento de la obra pública que vincule eficientemente al sector privado y al gobierno. Tendremos cero tolerancia con la corrupción y la sociedad civil nos acompañará en este esfuerzo, con un enfoque preventivo. Crearemos un observatorio ciudadano que monitoreará las distintas etapas de planeación e instrumentación de los proyectos y brinde acceso a la información del resultado de los concursos. Finalmente, en sexto lugar, la innovación y vinculación serán fundamentales para fortalecer las capacidades de las instituciones públicas y privadas. Crearemos un programa de prácticas profesionales, servicio social y titulación con opción a contratación, de acuerdo con las necesidades regionales, para lograr una vinculación efectiva de los egresados con las necesidades de las empresas. Estableceremos nuevos campus y clústeres de innovación para impulsar espacios interdisciplinarios que atiendan retos regionales y sectoriales. México tiene en sus manos la oportunidad de iniciar un proceso de modernización de la infraestructura que tenemos, de construir más para que nadie se quede sin los servicios básicos. Te pido tu apoyo este 1 de julio para llevar a nuestro país al lugar que merece, para que alcance todo su potencial. Estoy seguro que es posible y tengo la firme determinación de convertir a México en una plataforma logística global con infraestructura de vanguardia e innovadora.
Tenemos lo necesario para ser el mejor lugar donde las empresas puedan producir Tengo la determinación de convertir a la nación en una plataforma logística global, afirma