Cumplió su sueño

E l triunfo de Andrés Manuel López Obrador, fue histórico y no solo por lograr ganar la Presidencia de la República, sino por el sello que le imprimió a su partido Morena, el cual arrasó en todo el país, convirtiéndose en un efecto.

Hubo muchos, pero muchos que le apostaron a este organismo político, algunos priístas, otros panistas o de los diferentes partidos, así como de la sociedad civil, del sector empresarial, quienes también ganaron y lograron llevarse desde diputaciones locales, federales, senadurías, gubernaturas y no se diga alcaldías. López Obrador le apostó a la equidad de género, al colocar a mujeres por todos lados, las cuales le respondieron con creces, llevándose los triunfos a los diferentes cargos de elección popular.

Fue una victoria aplastante, “El Peje” sabía que el trabajo de muchos años le rendiría frutos, que los resultados de las encuestas lo tenían en la cumbre y siempre pensó en la victoria. Además, el tabasqueño mostró su experiencia, ya no se enganchó con los otros candidatos durante los debates, por lo que siguió con su estrategia hasta el final y consi- guió lo que quería, la Presidencia de la República. Ahora, los demás partidos, principalmente PAN y PRI, tendrán que pensar muy bien en su futuro, tienen que oxigenarse, renovarse y mostrar caras nuevas, si es que no quieren desaparecer del mapa político.

Morena ya demostró la fuerza que tiene y difícilmente con López Obrador al frente, le podrán hacer daño. Vienen en Durango elecciones a alcaldes dentro de un año, por lo que ahí es en donde se verá si el PRI o el PAN regresan con más fuerza, o se terminan de hundir.

En Coahuila, los priístas habrán de esperar tres años para contender por presidencias municipales, por lo que encabezados por el gobernador del estado, buscarán transformarse y volver a la pelea.

En estos momentos se habla de que no hay culpables en las derrotas, que Morena venció a panistas y priístas en buena líd, que el efecto rebasó las expectativas y cambió el panorama nacional. Las dirigencias estatales de los perdedores, saben que vienen cambios, también saben que deben decir adiós al “compadrazgo”, al “amiguismo” y al “dedazo”. No cabe duda que con AMLO, inicia una nueva historia.